Villahermosa.— En medio de edificios modernos, de la Laguna de las Ilusiones y de dos de las avenidas más importantes de esta ciudad se encuentra el parque-museo La Venta, único en Latinoamérica.

Ahí se conjugan piezas arqueológicas de la cultura olmeca y animales de la región, como el jaguar.

Es un museo construido a iniciativa del poeta tabasqueño Carlos Pellicer Cámara, quien en 1951 impulsó el rescate de piezas arqueológicas de la civilización olmeca halladas en el municipio de Huimanguillo.

Pasaron siete años para que el 4 de marzo de 1958 pudiera abrir el lugar que al año es visitado por más de 250 mil turistas nacionales y extranjeros y que consta de 6.5 hectáreas.

Llegar al museo es fácil, porque se encuentra ubicado en plena zona de Tabasco 2000, el corazón empresarial de la capital.

Se puede acceder en auto o transporte público ya que lo rodean las dos avenidas más grandes: Paseo Tabasco y Adolfo Ruiz Cortines.

El objetivo del parque es conservar, resguardar, exhibir y difundir las piezas arqueológicas, así como de recursos bióticos de museos asociados al ecosistema de la región.

Dice uno de los guías que apoyan de manera gratuita a los visitantes: “ Es una combinación de arqueología y naturaleza, enclavado en una superficie de mas de seis hectáreas, a orillas de la Laguna de las Ilusiones, en la ciudad de Villahermosa. Está dividido en dos áreas: zoológica y arqueológica”.

En este momento la entrada principal donde se localiza una réplica de la cabeza olmeca está cerrada por remodelación; ahora se ingresa por una de las puertas laterales, por lo que el recorrido que originalmente iniciaba en el zoológico arranca en la parte arqueológica, donde se encuentran 33 esculturas clasificadas en tres grupos: altares, estelas y cabezas colosales.

Una sola ruta de 40 minutos te lleva a conocer parte de la historia de una de las primeras civilizaciones; cada escultura tallada en piedra tiene una descripción con su nombre y su significado en español e inglés.

Es un recorrido en medio de una selva, donde lo mismo te encuentras iguanas que ardillas en medio de los aboles o monos entre las ramas.

Familias completas disfrutan cada fin de semana este museo que abre sus puertas de lunes a domingo en horario de ocho de la mañana hasta las cuatro de la tarde, y por el que los turistas nacionales pagan 35 pesos de ingreso y los extranjeros 40 pesos; los estudiantes y personas de la tercera edad sólo aportan 10 pesos.

Durante el recorrido de El UNIVERSAL se observó a familias del Estado de México, Campeche y Veracruz, entre otros. Incluso de otros países, como John y su esposa, originarios de Polonia, quien con un español pausado dice: “Calor, mucho calor pero me gustó mucho”.

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