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Oaxaca.— Entre inmuebles dañados y ambulantes, el patrimonio histórico de Oaxaca cumplió ayer 29 años de ser reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés).

Un ejemplo de ello es el edificio central de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), que fue incendiado hace casi un mes; el 22 de junio de 2001 sufrió destrucción similar.

De las afectaciones causadas el pasado 17 de noviembre, el Instituto Nacional de Antropología e Historia estimó en 4 millones 402 mil pesos los daños, confirmó la delegación de la Procuraduría General de la República en la entidad.

Sin embargo, a casi un mes de los hechos, el peritaje no ha sido concluido debido a que las partes involucradas aún no han aportado mayores indicios a la investigación, precisó el delegado de la institución, Javier Martín Villanueva Hernández.

La puerta principal sobre la calle Macedonio Alcalá, así como mobiliario y otros espacios en el interior, fueron quemados hace casi un mes tras una disputa electoral por la dirección entre dos grupos de dicha Facultad ubicada en el centro de la capital.

En 2006, durante la revuelta magisterial y popular, el mismo edificio fue vandalizado.

Exceso de ambulantes. Además se suma el creciente ambulantaje en el Centro Histórico, declarado el 11 de diciembre de 1987 como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, junto con el sitio arqueológico de Monte Albán.

El comercio informal ha copado incluso los dos costados del Palacio de Gobierno, en las calles Bustamante y Flores Magón, lo que impide el paso de peatones.

A un costado del acceso principal, frente al zócalo, desde hace seis años permanece un “plantón” de indígenas triquis que reclaman retornar a su comunidad de San Juan Copala, Juxtlahuaca, tras hechos violentos en 2010; en la espera, colocaron puestos de ropa y artesanías de la región.

Otros edificios sitiados son la Catedral de Oaxaca, así como la plazuela Independencia anexa, donde se instalaron decenas de vendedores de supuestos productos artesanales.

Otro sitio emblemático de la arquitectura colonial es el templo y ex convento de Santo Domingo de Guzmán, cuya calle lateral, Gurrión, también se llenó de comerciantes.

En el marco del 29 aniversario de la declaratoria del sitio arqueológico de Monte Albán y la ciudad de Oaxaca como Patrimonio de la Humanidad, el municipio de Oaxaca de Juárez informó que “con el apoyo de la Federación y el gobierno del estado, el ayuntamiento capitalino impulsa diversas acciones para promover la conservación del Centro Histórico de Oaxaca y contribuir al cuidado de Monte Albán”.

En un comunicado, indicó que a pesar del crecimiento de la ciudad y los fenómenos naturales que han afectado a las estructuras, “la forma, diseño, uso y función de varios edificios emblemáticos se han mantenido”.

Por otra parte, según la autoridad municipal, al iniciar el trienio —en 2014— se contaba con un padrón de mil 587 puestos en vía pública, de los cuales en el Centro Histórico están censados 162 ambulantes, 39 fijos y 786 semifijos.

Mientras que fuera de esta área se tiene registro de 42 ambulantes, 241 fijos y 317 semifijos. En la administración anterior —2011 a 2014— repuntó el comercio informal, al pasar de 924 a más de mil 500.

No obstante, la última cifra se habría duplicado este año, pues un mayor número de calles están ocupadas por vendedores informales, como Flores Magón, Bustamante, Trujano e Hidalgo, así como plazas del Centro Histórico.

Arquitectura emblemática. La inscripción del Centro Histórico de la capital y de la zona arqueológica de Monte Albán en la lista de Patrimonio Histórico se originó tras cumplir diversos criterios establecidos por la UNESCO, como aportar un testimonio único sobre una tradición cultural o una civilización viva o desaparecida.

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