Entre el lunes y el miércoles de esta semana, tres policías estatales de Colima fueron asesinados en atentados directos y uno más se encuentra herido; en este contexto, el gobernador del estado, Ignacio Peralta Sánchez, reconoció que los cuerpos policiacos de la entidad están infiltrados y que su nivel de confiabilidad no es del 100% por ciento.

El primer caso ocurrió a las 8:30 de la mañana de este lunes en el municipio de Villa de Álvarez, donde una pareja de policías, un hombre y una mujer que además eran compañeros sentimentales, fueron atacados a tiros por un comando cuando llegaban a su domicilio después de su jornada laboral.

Se informó que en ese hecho también resultó herido un tercer elemento estatal que fue trasladado por el Ejército -la primera dependencia en atender la emergencia-, a un hospital cercano para ser atendido.

Las autoridades estatales informaron que los expedientes de los policías caídos, identificados como Jorge Antonio “N” y Norma Gabriela “N”, estaban limpios e incluso se les rindió un homenaje.

Este miércoles en Tecomán, uno de los 10 municipios más violentos del país y donde la Secretaría de Gobernación ha intervenido con la implementación de las Bases de Operaciones Mixtas, otro policía fue atacado en la colonia Díaz Ordaz.

Se informó que el elemento de la corporación fue atacado por varias personas mientras custodiaba una finca asegurada hace meses tras el arresto de varias personas y el decomiso de armas y drogas en su interior.

Según el reporte policiaco, el uniformado no logró repeler la agresión al verse sorprendido y superado en número por sus agresores, que dispararon a quemarropa; se informó que el elemento, mayor de 50 años, tenía al menos 20 de servicio en la corporación y su conducta era intachable.

Tras lamentar los hechos y comprometerse a esclarecer el caso, el gobernador del estado, Ignacio Peralta, reconoció que las corporaciones policiacas en el estado aún afrontan varios rezagos de equipamiento y capacitación que es necesario resolver para poder combatir de mejor manera la creciente delincuencia en la entidad.

Dijo, además, que las corporaciones están infiltradas por el crimen organizado y se han detectado “grabaciones” que salen de las mismas corporaciones para alertar a los criminales sobre las estrategias y operativos implementados.

En tanto, este martes, un grupo de unos 20 policías estatales acudió al Congreso del estado para exigir a los diputados que legislen en favor de los uniformados y por ley se mejoren sus condiciones laborales, pues, por ejemplo, no cuentan con seguro de vida ni hay nada que garantice el sustento de sus familiares si ellos caen en cumplimiento de su deber.

El sueldo promedio de un policía estatal en Colima es de 10 mil pesos mensuales y sus jornadas laborales son de 24 horas de trabajo por 24 de descanso.

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