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Chilpancingo.— Durante su primer Informe, el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, admitió que el principal reto de su administración sigue siendo combatir la inseguridad, pero aseguró que los homicidios van bajando, pese a que el estado se mantiene, según cifras federales, entre los más violentos del país.

Astudillo Flores rindió cuentas ante el Congreso del estado y la presencia de funcionarios de su administración. En el acto no hubo protestas de organizaciones. Destacó que lo más importante ha sido el restablecimiento de la nueva estrategia de seguridad conducida por el Grupo de Coordinación Guerrero.

Ello, a pesar de que en su gobierno —que arrancó el 27 de octubre pasado— se han registrado más de 2 mil muertos. Acapulco y Chilpancingo se mantienen como dos de las ciudades más violentas del país, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Gobernación. Este año, en la primera, han ocurrido más de 900 asesinatos y en la capital estatal, 204.

Para Astudillo Flores son tres las principales demandas de los guerrerenses: “Primero, recuperar la seguridad. No hay nada que afecte más a la sociedad guerrerense que la violencia y la inseguridad que se ha apoderado de nuestras comunidades. Necesitamos seguridad para la inversión y la actividad económica, para generar empleos, para que los niños puedan ir a la escuela tranquilos, por eso, los convoco para que hagamos junto con los 81 alcaldes de Guerrero un frente común de las instituciones del estado para que recuperemos la seguridad”.

Dos, llamó a la sociedad a luchar contra la corrupción, porque es un problema que necesitan combatir para atacar la pobreza, y agregó que propondrá al Congreso crear un Sistema Estatal Anticorrupción que marque las sanciones contra funcionarios.

En le tercer punto pidió apoyo para mejorar la política social: “Mi gobierno está dispuesto a escuchar todas las voces, a sumar a todos los sectores y a cambiar lo que tengamos que cambiar en materia de política social”.

Dijo que su última reunión con el GCG, integrado por Ejército, Marina, Policía Federal y Fuerza Estatal, “dio avances de reducción de la criminalidad en los seis municipios (Acapulco, Iguala, Chilpancingo, Coyuca de Benítez, Chilapa y Zihuatanejo).

En los seis municipios incluidos en la lista de los 50 más violentos del país, a los que el gobierno federal apoya para mejorar sus indicadores, precisó que “el homicidio doloso bajó en esos lugares 32% en promedio, al pasar de 6.14 a 5.3 casos durante septiembre”.

Destacó los casos de Acapulco, con una disminución de 45% y Zihuatanejo, con 56%; Chilapa bajó 29%; Chilpancingo, 24% Iguala y Coyuca de Benítez 20%, e Iguala y Coyuca 20%.

“En cuanto al secuestro, en agosto se registraron seis casos, en septiembre tres y en lo que va de este mes uno. Esa es otra reducción significativa”.

Agradeció el apoyo de la Federación y culpó a los problemas heredados: falta de agua, inseguridad, caso Ayotzinapa, conflicto magisterial, la lentitud de resolución de los mismos. “El desarrollo se vio frenado por la corrupción y la falta de un Estado de derecho eficaz… La tranquilidad y la paz se perdieron por la presencia violenta del crimen organizado”.

Presumió que hay una reducción de la deuda total del estado de 5%, de 2 mil 376 millones de pesos a 2 mil 263 millones, a pesar del déficit financiero de más de 18 millones de pesos.

La única postura contra el gobierno del priísta fue la de Morena. Su diputada, María de Jesús Cisneros Hernández, destacó: “Debe pasar del discurso a los hechos, deje su vieja escuela priísta, ya no es candidato… le pido que asuma su responsabilidad en la búsqueda de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y también de los miles de desaparecidos en Guerrero”, dijo ella quien busca a su hijo Ludwing Hernández.

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