Zacatecas.— Un grupo de ejidatarios y transportistas mantienen tomadas desde hace cuatros días las instalaciones de la mina Peñasquito, la más grande de América Latina, ubicada en el municipio de Mazapil, en reclamo de diversas exigencias laborales, ambientales y sociales.

Advierten que si no tienen respuesta a sus demandas, el conflicto puede tener “dimensiones sin precedentes”, paralizando por completo las operaciones de la mina de oro a cielo abierto, con reservas probadas de 13 millones de onzas y generadora de tres mil empleos.

Felipe Pinedo Hernández, dirigente del Frente Popular de Lucha de Zacatecas (FPLZ), precisó que entre sus principales demandas está la construcción de una clínica en el ejido de Cedros, un relleno sanitario, la perforación de pozos para suministro de agua potable y generación de empleos para la región.

Aseguró que los ejidatarios de Cedros, El Vergel, Matamoros, Tecolotes y Cerro Gordo han denunciado que se han registrado enfermedades de la piel entre la población por selenio y plomo; además de que se han registrado 27 embarazos de alto riesgo por esta causa.

Anunció que en acuerdo con los ejidatarios, este sábado se conformará oficialmente El Frente de Comunidades Afectadas por la Minería que buscará defender a diversos pueblos y habitantes que son afectados por las empresas. La minera Goldcorp, propietaria de la mina Peñasquito, indicó: “El grupo [de manifestantes] plantea exigencias en el marco de una negociación comercial. La empresa ha expresado su apertura al diálogo y su rechazo a medidas de fuerza al margen de la legalidad. En el interior del complejo minero la actividad continúa”.

La empresa emitió un comunicado en agosto para informar sobre la situación ambiental en la que se confirmó que en octubre de 2013, Peñasquito, a través de su sistema de pozos de monitoreo, detectó un aumento en la concentración de selenio y sulfatos.

Destacó que se han realizaron varios estudios “sin encontrar evidencia de impactos o filtraciones más allá del límite de Peñasquito”, además de referir que la compañía trabaja “en apego a las leyes y normas”.

Problema legal. El conflicto de la empresa minera Peñasquito con varios grupos de ejidatarios inconformes data de 2005. En 2009 uno de los grupos, encabezado por 29 ejidatarios de Cerro Gordo que exigían la restitución de casi 600 hectáreas situadas justo en el tajo de oro, llevó el caso a los tribunales federales. En 2013, el Tribunal Superior Agrario ordenó a la empresa minera devolver dicha superficie.

Luego de varios acercamientos y negociaciones se logró un convenio para el desistimiento judicial y el resarcimiento económico a los 29 ejidatarios. Sin embargo, aún quedan sin resolver demandas sociales que se tienen con ejidatarios de varias comunidades y los trasportistas que mantienen tomadas las instalaciones.

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