Millones de mariposas monarca, principal atracción turística del pueblo de Angangueo, Michoacán, están en riesgo ante la apertura de una mina en las montañas de la región.

Grupo México, al aprovechar un vacío legal, puede recibir el permiso del gobierno para reabrir una extensión de una mina en el municipio, cerca del hábitat de invierno del insecto más reconocido en América del Norte.

“Todo tipo de actividad industrial debe de estar prohibido”, dijo Felipe Martínez, subdirector de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca.

Los insectos, con el mismo peso que un clip para papel, vuelan 5 mil kilómetros desde Canadá y del norte de Estados Unidos. Cruzan aires térmicos, montañas, desiertos y, de alguna forma, llegan a Michoacán.

De acuerdo con una publicación del diario The New York Times, las autoridades ambientales mexicanas no han hecho públicamente ninguna declaración al respecto, mientras que científicos dicen que esto puede ocasionar severas consecuencias a la especie.

Grupo México tiene casi todo lo que necesita para realizar las excavaciones, pero sigue en negociaciones con el gobierno nacional sobre una planta de tratamiento de minerales que se necesita. “La compañía argumenta que el proyecto debe de ser aceptado porque la mina nunca cerró completamente”, expresó Martínez.

La propuesta es altamente apoyada por el gobierno de Angangueo y por la mayoría de sus habitantes que se beneficiarán por la creación de nuevos empleos. Se estima que al principio existan 100 y con el tiempo, más de mil plazas.

Pero en la región también existe preocupación. “En México, ningún proyecto de minería ha traído beneficios a largo plazo y siempre se relacionan con problemas de desastres naturales”, declaró Silvestre Chávez Sánchez, líder de una comunidad cercana a la reserva.

El historial de Grupo México no juega en su favor. En 2014, un “descuido” de la empresa ocasionó que 40 millones de litros de residuos peligrosos se derramaran en el río Sonora y en el Bacanuchi, afectando a 24 mil personas.

“En Angangueo, la empresa quiere procesar 1 millón 200 mil kilos de minerales diarios sin afectar el ambiente”, declaró María Isabel Ramírez, geógrafa especialista en mariposas monarca de la Universidad Nacional Autónoma de México en Morelia.

Expresó que la empresa vaga en problemas esenciales, por ejemplo, la planeación, cuánta agua y ácido se necesita para extraer cobre, zinc, plomo, plata y oro, y dónde se desecharán los residuos.

De acuerdo con Ramírez, Grupo México no ha explicado de manera concreta, cuándo y cómo se expanderán las conexiones de los túneles cercanos a la montaña.

A la experta le preocupa que las grandes cantidades de agua utilizadas en la mina sequen la flora de la montaña y atenten contra la estabilidad del árbol de oyamel, donde descansan los insectos. “Las mariposas tienen suficiente con el cambio climático y con la explotación mineral que persiste, tras años de esfuerzo para detenerla”, dijo.

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