La estrategia: alianzas y campañas negras

La anulación de la elección ordinaria de gobernador de Colima ha provocado que el proceso para designar al nuevo mandatario constitucional en la entidad se prolongue por más de un año, periodo en el que la nueva configuración política en el Congreso y los 10 municipios ha generado reacomodos en los partidos e incertidumbre sobre el rumbo que tomará un estado con un severo problema financiero.

La pasada elección ordinaria —que inició en enero de 2015— se definió por 503 votos en favor del priísta Ignacio Peralta el 7 de junio, por lo que durante el proceso extraordinario tanto el PRI como el PAN buscaron generar nuevas alianzas políticas y recomponer las relaciones internas.

Sin embargo, en esta ocasión la estrategia electoral de los dos punteros incluyó una buena dosis de campañas negras, que derivaron en señalamientos de corrupción, narcotráfico y hasta en trata de personas.

No faltaron los videos donde se acusaron de narcotráfico —en contra del priísta— o de fomentar el aborto —en contra del panista—, así como las descalificaciones en redes sociales.

Para el proceso extraordinario se registraron seis de los ocho candidatos que contendieron en la jornada ordinaria: Peralta, por la coalición PRI, PVEM, Panal y PT; Preciado, por el PAN; Leoncio Morán, por Movimiento Ciudadano; Martha Zepeda, por el PRD; Francisco Gallardo, por Morena, y Gerardo Galván, por Encuentro Social.

El Instituto Nacional Electoral (INE) asumió la organización del proceso extraordinario y prescindió del apoyo de su Organismo Público Local.

De esta manera, la Junta Local del organismo federal se encargó de instalar las 903 casillas y distribuir 498 mil 531 boletas para la jornada de ayer en la entidad.

Según los tiempos estipulados, el próximo miércoles los dos Consejos Distritales del Instituto Nacional Electoral en Colima realizarán el cómputo de votos y después, el 24 de enero, se hará el conteo estatal y se entregarán los resultados definitivos al Tribunal Electoral de la Federación, que calificará la elección y resolverá las eventuales impugnaciones.

Un día después de que el tribunal electoral emita la constancia de mayoría, el candidato ganador tomará posesión como gobernador.