A pesar de que en la semana fueron asesinados seis policías ciudadanos, cuatro de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) y dos de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), el gobernador, Héctor Astudillo, consideró que en general Guerrero vive un clima de normalidad.

Entrevistado después de dar un recorrido por las obras que se realizan en encauzamiento del río Huacapa, una vía alterna de Chilpancingo, Astudillo Flores admitió que en el caso de Chilapa y la Sierra enfrentan problemas de seguridad. Desde el 6 de noviembre a la fecha han ocurrido 21 asesinatos entre la Sierra y Chilapa, 10 y 11 respectivamente.

“Siempre es lamentable cualquier circunstancia de esta naturaleza que suceda en Guerrero, por eso hay que investigar que sucedió”, dijo sobre la muerte de los seis policías comunitarios.

Aseguró que hay medidas tomadas en el tema de seguridad por estos hechos. La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en coordinación con la Policía Federal tienen previsto operativos en la zona, pero no se puede informar de los números de elementos, por seguridad de la estrategia.

Para Astudillo, fuera de esos dos puntos, sin considerar a Acapulco que a la fecha lleva desde que inició el año alrededor de 800 muertos por violencia, el estado está en la normalidad.

Sobre las elecciones extraordinarias en Tixtla consideró que transcurren en calma, y confió en que la jornada electoral transcurra sin incidencias para el bienestar de los habitantes de ese municipio.

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