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Vielka Hernández, de 31 años, llegó al Hospital General Regional Número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) el 12 de enero de 2015. Tenía 6 meses y medio de gestación. Era mamá primeriza y llevó un tratamiento para embarazarse. El 16 de enero dio a luz a gemelas, que pesaron 620 y 740 gramos, respectivamente.

Los médicos no les dieron muchas esperanzas. En contraste, ellas murieron no por su prematuro nacimiento, sino contagiadas por la bacteria klebsiella, que adquirieron en el hospital. María Fernanda falleció el 25 de enero y María Alexandra, el 14 de mayo.

Las gemelas se suman a otros 21 bebés que fallecieron presuntamente en el hospital —14 entre agosto y septiembre—, por la bacteria. Vielka Hernández presentó una denuncia penal ante la Procuraduría General de la República (PGR) por la muerte de sus hijas. A la fecha suman 19 querellas.

Las omisiones. Al nacer, las gemelas fueron trasladadas al área de terapia intensiva. Los primeros seis días fueron reportadas como estables.

Al séptimo día, María Fernanda “enfermó de su pancita y comenzó a inflamarse”. Los doctores diagnosticaron una infección y alertaron que fallaban sus órganos, empezó a tener hemorragias intraventriculares en su cabecita. Dos días después murió a causa de un choque séptico por klebsiella.

Vielka y su esposo, Luis Fernando Sánchez, se consolaron con María Alexandra, quien ganaba peso.

A mediados de febrero, Vielka pudo cargar por primera vez a su hija: “Ese fue el mejor de mis días, le quitaron su tubo [que le ayudaba a respirar] y me la pudieron prestar”, platica.

Una semana después les avisaron que la bebé tenía hidrocefalia —exceso de líquido cefalorraquídeo en el cerebro— y había que realizarle una ventriculostomía. Los médicos advirtieron del riesgo pues la herida podría infectarse con facilidad.

Vielka y Luis Fernando aceptaron, aunque después supieron que la advertencia fue hecha porque María Fernanda y otros niños fallecieron por la misma causa: la bacteria klebsiella.

El 22 de febrero tres menores murieron en el Hospital General Regional No. 1 del IMSS por choque séptico, provocado por dicha bacteria. Después de esa noche diversas áreas del hospital fueron evacuadas para su “limpieza”.

Vielka Hernández recuerda que los médicos no alertaron del peligro a los padres de familia, “fueron muchas las omisiones en el tratamiento de mi hija, me la pude haber llevado”.

María Alexandra contrajo la bacteria a finales de marzo y perdió la batalla el 14 de mayo. “Era fuerte y estaba luchando, luchó hasta el último momento”, dice intentando contener las lágrimas en una charla que tuvo con EL UNIVERSAL durante una visita que ella y una comitiva de padres realizaron a la ciudad de México para exigir justicia ante directivos del IMSS y de la PGR.

“Los doctores simplemente se rindieron. No hicieron lo que podían o, incluso, ni siquiera sabían qué hacer ante un caso como el mi hija”, asevera tajante Vielka. Narra con coraje que veía la falta de pericia en los médicos, incluso, una doctora a la que identifica como Rita, le dijo, “no vale la pena luchar más, de cualquier forma su hija tiene pura agua en la cabeza”.

Vielka y su esposo se enfrentaron al personal médico y recriminaron: “A la niña la vemos mal pero está luchando y mientras ella luche nosotros vamos a luchar con ella, cosa que también ustedes tienen que hacer”.

El 10 de mayo la madre se enteró que un antobiótico de nombre colistina había salvado a otros niños infectados con la bacteria, pero ya era tarde, la vida de su hija se apagaba.

“Estaba inflamada y rígida, la piel de mi nena cambiaba de color, empezó a tener convulsiones constantes al igual que le pasó a María Fernanda, dejó de defecar, me dijeron que tenía el hígado muy crecido, le fallaban los riñones, empezó a decaer demasiado. Ella no tenía descanso, y al verla así fue cuando supe que me tenía que despedir, porque dije: ‘mi niña de esta no sale, por más medicamento que le pongan, así le ponen toda la botella, no va a dar’. Ya era demasiado tarde”, lamenta.

A finales de septiembre, después de una racha de 14 bebés fallecidos en el lapso de un mes a causa de la misma bacteria, un grupo de padres de familia empezó a levantar la voz y Vielka y Luis Fernando están entre los primeros que interpusieron una denuncia ante la delegación de la PGR en Sinaloa.

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