La actual administración estatal presenta un déficit presupuestal de mil 598 millones de pesos que ha generado el recorte de más de mil burócratas, la confrontación entre funcionarios y ex funcionarios que se culpan de la crítica situación y el impago de créditos a corto plazo con la banca comercial por mas de 343 millones de pesos.

Según el mandatario estatal, Mario Anguiano Moreno, graduado en Economía por la Universidad de Colima, las medidas de austeridad que se implementaron al inicio de su gestión (2009) para intentar sanear las finanzas estatales no fueron suficientes, por lo que en 2013 se encargó al entonces secretario de Finanzas y Administración, Clemente Mendoza Martínez, implementar una serie de acciones para solucionar el problema.

Sin embargo –acusó Anguiano Moreno– no sólo no lo hizo, sino que comprometió aún más las finanzas estatales al usar para gasto corriente 600 millones de pesos de recursos federales etiquetados, por lo que fue destituido del cargo.

Ante el panorama que enfrenta hacia el final de su gobierno, el titular del Poder Ejecutivo de Colima implementó un recorte de mil 50 trabajadores de la nómina estatal y redujo los sueldos de varios funcionarios, sin embargo, esas medidas apenas implican un ahorro de 42 millones de pesos en lo que resta de la administración, por lo que el problema trascenderá a la siguiente.

Ante las acusaciones del gobernador, el ex secretario de Finanzas y Administración, Clemente Mendoza, afirmó que todo lo que hizo al frente de la dependencia estatal se realizó bajo la autorización de Anguiano Moreno; incluso, indicó que no fue destituido del cargo, sino que renunció debido a diferencias con Mario Anguiano.

En tanto, en respuesta a las cúpulas empresariales que han criticado la labor de la actual legislatura de Colima por no haber fiscalizado correctamente las finanzas estatales para advertir los problemas financieros, el diputado priísta Martín Flores Castañeda indicó que en 2013, tras analizar los dictámenes de la Auditoría Superior del Estado, los diputados enviaron un exhorto a los gobiernos de 8 municipios y al gobierno estatal para que pusieran orden en sus administraciones, pues sus gastos estaban superando a los ingresos.

El desorden financiero de la administración estatal ha provocado que la firma Fitch Ratings baje la calificación crediticia de Colima para colocar a la entidad en “Default Restringido”.

En un comunicado fechado el 6 de agosto, la firma internacional indica que la calificación “RD(mex)” que ha dado al gobierno de Colima “comúnmente se asigna a emisores que incumplen con el pago del servicio de deuda de algún crédito bancario, pero que se mantienen al corriente en el pago de otras obligaciones financieras”.

Hasta el pasado 31 de julio, la deuda pública del estado de Colima ascendía a dos mil 223 millones de pesos.

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