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Ahora fueron miles de fieles los que acudieron a la misma calle de aquel trágico accidente en el que perdieron la vida 27 peregrinos. “Venimos con más fe y esperanza” para culminar aquella peregrinación truncada el 29 de julio, expresaron los devotos que se unieron para orar por el descanso de los fallecidos y la pronta recuperación de los lesionados.

Mientras se realizaba la eucaristía, la procuradora informaba de la detención de Azahel Carrillo, el chofer que abandonó la unidad en marcha con un cargamento de 21 toneladas de arena que sepultó a decenas de personas.

La procuradora Leticia Catalina Soto Acosta informó que ayer en el municipio de Concepción de Oro, elementos de la policía ministerial realizaron la detención del chofer, al que se le imputan los delitos de homicidio y lesiones de carácter culposo.

A una semana del trágico accidente, y para culminar con las actividades eucarísticas y religiosas en honor al santo patrono del pueblo Nuestro Padre Jesús, el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, acompañado de nueve sacerdotes, algunos procedentes de la curia de Saltillo y Monterrey, ofreció una misa en memoria de los fieles caídos.

Desde temprana hora se limpiaron las calles, las paredes y las jardineras se pintaron, y se bloquearon los accesos a la calle principal. En la esquina se instaló un templete con el altar, desde donde se impartió la eucaristía. También destacaba una enorme réplica de la imagen de Jesús.

La ceremonia inició a la hora que ocurrió el trágico accidente, a las 19:00 horas del miércoles en la calle 5 de Mayo. Afuera del Salón Ejidal, justo donde se impactó el camión de volteo de doble eje, se colocó una ofrenda floral y decenas de veladoras.

Muchos de los asistentes portaban moños negros en el brazo y otros más llevaron globos blancos. Las más de mil 500 sillas que se colocaron a lo largo de la calle fueron insuficientes, pues al lugar llegaron unos tres mil asistentes, no sólo eran habitantes de Mazapil y sus comunidades, sino también procedentes de Saltillo y Monterrey.

Al iniciar la misa se leyó cada uno de los nombres de los peregrinos fallecidos, desde el niño de dos años de edad hasta la persona que tenía 88 años.

“Fueron historias breves e historias largas en su peregrinar en esta vida”, dijo monseñor en su homilía, al mismo tiempo que explicaba a los asistentes que la vida es un peregrinar permanente, “pero nunca sabemos cuándo y cómo termina”, por ello, afirmó que los feligreses caídos de ese fatal accidente ya se han ido al encuentro con Dios.

Mencionó que siempre se exige justicia, pero les pidió a los dolientes que nunca debe ser por propia mano, sino de las instituciones y de Dios.

Reiteradamente, monseñor Noriega dio mensajes para confortar a las familias dolientes, al mismo tiempo que dijo que exhortaba a toda la comunidad cristiana a quedarse con el llamado de Dios para incrementar la fe.

Al acto religioso asistió el gobernador, Miguel Alonso Reyes, el presidente municipal, Vicente Pérez, así como familiares de las víctimas y cientos de peregrinos, quienes realizaron con gran devoción la peregrinación.

Encabezados por el obispo, y un grupo de matachines, los asistentes caminaron por diversas calles. Fue cerca de las 22:00 horas el contingente llegó al templo de San Gregorio Magno, en donde se celebra la fiesta en honor a Jesús.

Con esta peregrinación, en memoria de quienes fallecieron a finales del mes pasado, concluyeron ayer finalmente las fiestas patronales de este municipio, una tradición religiosa que data de hace 400 años.

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