Chilpancingo.— Representantes de la oficina del Alto Comisionado en Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) acudieron a Chilapa para platicar con familiares de personas desaparecidas durante la irrupción de civiles armados a esa comunidad a mediados de mayo pasado.

Los familiares de 10 personas desaparecidas se reunieron en un restaurante de Chilapa con personal de la ONU durante unas tres horas.

En el encuentro, le explicaron a los funcionarios de la organización que del 9 al 14 de mayo, cuando irrumpieron a Chilapa a tomar el control del municipio unos 300 civiles armados, fueron privadas de su libertad una decena de hombres.

La Secretaría de Gobernación y la Procuraduría General de la República (PGR) instalaron mesas de atención para que los interesados puedan acercarse a documentar estos casos, de acuerdo a lo que compartió el vocero de familiares de desaparecidos, José Díaz Navarro.

Además agregó que personal especializado de la ONU se entrevistó con cada interesado.

Díaz Navarro explicó que la ONU documentará los casos de los desaparecidos para realizar un informe, donde se señalen las violaciones a derechos humanos en las que incurrieron las corporaciones policiacas del país, y las autoridades como tal; así como también registrar si hubo omisiones, entre otras observaciones que podrían derivarse de la investigación.

Aunque había denuncias por desapariciones forzadas desde julio de 2014, cuando se ahondó la pugna por territorio entre dos cárteles: Los Rojos y Los Ardillos, apenas en mayo pasado, cuando irrumpieron armados pobladores de comunidades, —sobre todo del sur del municipio, que colindan con Quechultenango, territorio de Los Ardillos— se incrementaron las denuncias en este sentido.

A mediados de mayo, los inconformes denunciaron públicamente la desaparición de al menos 30 personas por los civiles armados, pero al final la cifra denunciada ante la Fiscalía General del Estado (FGE) fue sólo de 14 casos, uno de ellos ya resuelto, Se trató del caso de un joven desaparecido en el que su ADN correspondía al de un cuerpo encontrado en una comunidad de Chilapa.

Sin embargo, ante la ola de acusaciones, comisarios de esas comunidades de donde provenían los civiles armados, denunciaron que al menos 30 de sus vecinos habían sido sustraídos de sus hogares. De estas desapariciones culpan al grupo delictivo deLos Rojos.

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