Morelia.— Jorge Granados Garduño presentó ayer su renuncia a la candidatura para la presidencia municipal por el partido Morena en el municipio de Huetamo, luego de recibir amenazas de muerte tanto para él como para su familia.

La candidata de Morena a la gubernatura del estado, María de la Luz Núñez Ramos, dio a conocer este hecho al llegar a las instalaciones del Instituto Electoral de Michoacán (IEM), donde acudió a una reunión privada con el presidente del órgano electoral, Ramón Hernández, donde —dijo— serían tratados temas de seguridad, principalmente.

La abanderada de Morena indicó que el ahora ex candidato Granados había comentado en reiteradas ocasiones las amenazas que había recibido de parte de miembros del crimen organizado de la región, las cuales tenían el objetivo de que abandonará la postulación y aseguró que habían sido llevadas a la mesa de seguridad.

Morena se retiró el fin de semana pasado de las mesas de seguridad y gobernabilidad establecidas por el gobierno estatal desde noviembre pasado, previo al arranque del proceso electoral, luego del asesinato de su candidato a la alcaldía de Yurécuaro, Enrique Hernández Salcedo.

De hecho, Núñez Ramos adelantó que su partido valora la posibilidad de postular a la esposa de Enrique Hernández, Gloria Guadalupe Hernández, como sustituta a la candidatura de la alcaldía.

Por su parte, los consejeros electorales del IEM Humberto Urquiza, Elvia Higuera, Jaime Rivera, Yurisha Andrade y Rubén Soria, declararon la imposibilidad de las autoridades electorales para brindar seguridad a los candidatos a cargos públicos.

Por su parte el procurador de justicia de Michoacán, Martín Godoy Castro, refirió que esta instancia “no cuenta con las condiciones necesarias, ni el número de elementos suficientes para brindar escoltas personales a los candidatos”.

Cada candidato, dijo, “deberá hacerse cargo de su seguridad personal y asumir las consecuencias”.

Los dirigentes del PRD y el Partido Movimiento Ciudadano valoran la posibilidad de abandonar definitivamente la mesa de seguridad luego de coincidir en que “está ha sido un desgate innecesario de tiempo, que no aporta soluciones eficaces a las problemáticas de seguridad y política que ahí se plantean”.

Por su parte, el PRI acusó a Morena y a Movimiento Ciudadano de buscar reflectores mediáticos con el abandono de la mesa.

Como dio a conocer EL UNIVERSAL en días pasados, en el actual proceso electoral han sido asesinados siete políticos —tres candidatos, dos precandidatos, una dirigente partidista municipal y un asesor político— y al menos 34 personas han sido agredidas verbal, físicamente o en sus pertenencias, además cuatro de ellas resultaron heridas.

La violencia, del 19 de febrero a la fecha, ha marcado el proceso electoral y se ha desatado principalmente en entidades como Guerrero, Michoacán, Tabasco, Oaxaca y San Luis Potosí, donde se han registrado los asesinatos, pero el fenómeno se propaga a 12 entidades.

Especialistas en seguridad advierten que no es un fenómeno nuevo, aunque el número de asesinatos sea mayor, pues entre las elecciones de 2009 y 2013 se registraron 17 homicidios —el primer año fue el más alto en homicidios, con seis casos—.

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