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Los Ángeles.— ¿Qué puede salir mal cuando se unen las mentes del escritor de Parque Jurásico (Michael Chrichton) el guionista de Batman: El caballero de la noche (Jonathan Nolan), el director de Star Wars: El despertar de la fuerza (J.J. Abrams) y la creadora del programa galardonado Pushing Daisies (Lisa Joy)? El resultado puede comprobarse hoy en la cadena HBO con el debut de la teleserie Westworld.

Basada en la película de 1973, West- world, escrita y dirigida por Michael Chrichton, la nueva producción es la apuesta de HBO por algún día tomar el lugar del fenómeno Game of Thrones (GOT), según se percibió en la premiere de esta semana en Hollywood, donde el Teatro Chino y el hotel Roosevelt tuvieron una decoración espectacular, con cientos de asistentes que atestiguaron el entusiasmo de la cadena más galardonada en la historia de la tv de paga, con un evento que no le pidió nada al estreno de una película millonaria.

Si los aficionados a la fantasía han podido saciarse en un escenario que combina personajes a la Shakespeare con dragones en GOT, ahora en Westworld le toca a la ciencia ficción ser el género que puede sorprender al espectador con temas de relevancia del siglo XXI, mucho teniendo que ver con la convivencia con la tecnología, sus riesgos y posibilidades de evolucionar como inteligencia artificial.

Parque peligroso. Westworld plantea un parque futurista donde el viejo oeste es recreado y sus personajes son androides que pasan como humanos. Ahí uno se topa lo mismo con mujeres de cabaret que con bandidos pistoleros, forajidos y sheriffs defensores de la ley. El visitante, que debe pagar fortunas por su boleto, se ve involucrado en duelos a muerte, así como romance, intrigas y líos de cantina.

El drama se detona cuando una falla en los organismos cintéticos comienza a despertarlos y advertirlos que son parte de un parque de atracciones y su vida es meramente dirigida y preprogramada por un centro de control repleto de científicos. Westworld es un Frankenstein moderno en un escenario a la Parque Jurásico.

Chrichton (1942-2008), que se distinguió en su vida por hacer ciencia ficción sería, usó su filme de los años setenta cual laboratorio para explorar el cómo los seres humanos se entretienen con la tecnología sin pensar en sus consecuencias. Luego, en Parque Jurásico (1993) logró crear un nuevo tipo de género llamado science-fact (ciencia-hecho) que combinaba especulación con hallazgos científicos, ocasionando un gran entusiasmo en cómo los escritores pueden vislumbrar el futuro, anticiparse y hacer de ya las preguntas pertinentes.

Nuevos rostros. Mientras en 1973, Westworld le dio otro papel memorable a Yul Brynner (El rey y yo), vistiéndose como un pistolero desalmado, ahora en este cambio de generación, los productores pusieron al ganador del Oscar, Anthony Hopkins, como la mente detrás de este mundo que se obsesiona con la perfección, como el mecanismo armónico de un reloj, poniendo en riesgo la vida de muchas personas por su obsesión.

A Hopkins lo acompañan en West- world, el nominado al Oscar Ed Harris (Apollo 13), la rubia nominada al Golden Globe, Evan Rachel Wood (Across the universe), James Marsden (X-Men), Thandie Newton (Crash) y hasta el argentino Rodrigo Santoro (Los 33). Con 10 episodios de una hora para su primera temporada, Westworld sigue la tradición de entretenimiento para adultos con la mira de seguir siendo la pantalla chica, una ventana a la narrativa del mañana, cada vez más atenta a la complejidad humana.

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