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Eran otras épocas las que vivía la televisión cuando Adela Noriega, Thalía, Lucero, Aracely Arámbula (y aún antes Jacqueline Andere o Victoria Ruffo) se convirtieron en las estrellas de los melodramas mexicanos que se distribuían alrededor del mundo. Su fama era tal que el público seguía sus vidas fuera de pantalla, sus relaciones y sus bodas que parecían sacadas de esas telenovelas que protagonizaban.

Pero hace ya 17 años que Thalía hizo su última novela, Rosalinda (1999). Adela Noriega se fue en 2008 luego de Fuego en la Sangre; y Lucero en 2012 tras Por ella soy Eva.

Las que permanecen, como Victoria Ruffo, Chantal Andere, Alejandra Barros y Susana González, cada vez se inclinan más hacia papeles de mamás de las nuevas actrices que la televisora ha lanzado como protagonistas.

De acuerdo a quien fuera director de entretenimiento en TV Azteca, Roberto Romagnoli, es un mal camino el que han tomado las televisoras al cambiar radicalmente a las protagonistas.

“La gente de 20 años no ve tele. Hace falta entender que es necesario devolverle al público de 40 años y más la tele que perdieron. Cuando digo ‘la tele que perdieron’ es que hoy en día casualmente en México a figuras como Lucero, Laura Flores, Adela Noriega, Thalía, Yadira Carrillo y Victoria Ruffo casi no se les ha dado cabida porque se llegó a una etapa en donde se lanzaba a gente joven con la idea de que las otras ya son mayores.

“Pero casualmente no son mayores, son las estrellas de los últimos 30 años de la televisión; que corresponde al público que todavía ve televisión”.

Angelique Boyer, Maite Perroni, Ana Brenda, seguidas de Michelle Renaud, Esmeralda Pimentel, Thelma Madrigal, Paulina Goto, Laura Carmine, Livia Brito y Claudia Álvarez son algunas de las actrices que han tenido ya la oportunidad de protagonizar y sobre quienes recae no sólo el peso de sus antecesoras sino también de generar identificación con una generación adulta (madres, amas de casa, tías, abuelas) que ya tenía a sus estrellas al mismo tiempo que empatar con una audiencia joven que casi no ve telenovelas.

La respuesta es afirmativa cuando se cuestiona a Salvador Mejía, productor de Televisa, sobre si ha habido un cambio drástico generacional en protagonistas. “Hice telenovelas con Thalía, Aracely, Adela Noriega... Al final del día ellas agarraron su rumbo en la vida y ese rumbo a nosotros no nos permitió preparar con calma a otras actrices.

“De repente se cambiaron y entonces ¿qué viene? viene la reacción que es cubrir la programación de cinco novelas diario en la empresa. Es algo con lo que tenemos que vivir, hay épocas en las que tienes hasta muchas estrellas que están esperando pero ahorita no tenemos; ahorita, por las necesidades, hemos tenido que traer de fuera o de aquí mismo dependiendo del tipo de personajes”, señala.

El productor, cuya más reciente propuesta, Las Amazonas, está en transmisiones, explica: “Hay momentos en la televisión que te llevan a que, en corto tiempo, se tengan que crear estrellas y hay otros en donde poco a poco se van sumando y construyendo.

“Sí, estamos en una etapa de construcción de estrellas pero vamos muy rápido, las necesidades son de ya, entonces no es que se hagan al vapor pero hemos tenido que tomar reacciones de momento para lanzar nuestro talento…”, considera.

“Es muy complicado forjar nuevas estrellas para la audiencia de mamás, que son nuestro principal mercado. Pero por ejemplo los jóvenes lo ven muy fresco y son el tipo de reacciones que tienes que balancear como productor y como empresa. Ahora también complacemos a otro sector y a lo mejor al clásico no le gusta la protagonista pero le gusta que traigas a Victoria Ruffo, a Lety Calderón o a Jacqueline”.

De hecho, Las Amazonas, telenovela próxima a terminar, tiene en su elenco una mezcla de talento. Están por un lado rostros como Mariluz Bermúdez, Gretell Valdez, Gaby Vergara y Danna García haciendo mancuerna con Victoria Ruffo y Jacqueline Andere.

Novedades. Laura Carmie, originaria de Puerto Rico, llegó a México buscando entrar al CEA (escuela de actuación de Televisa) y ni ella misma puede creer que haya pasado tan poco tiempo para que, hace cuatro años, protagonizara su primera telenovela, Ni contigo ni sin ti, en 2011 junto a Eduardo Santamarina. Comentó que en efecto, el público más difícil es el millenial y que en la televisión se mezclan dos generaciones. Dice que ha recibido consejos de actrices como Leticia Calderón y agradece la oportunidad que recibió de la productora de la telenovela.

“MaPat es un ángel en mi vida porque ella sí cree en el talento joven. Es como dice: ¿si al talento no lo impulsamos, cuándo les van a dar la oportunidad? Todos han llegado gracias a esa primera gran oportunidad”.

En efecto, MaPat López de Zaratain ha hecho telenovelas como Piel de Otoño, con una pareja madura como protagonista (Laura Flores y René Strickler) y también historias con lanzamientos jóvenes: La mujer del Vendaval con Ariadne Díaz o La Sombra del pasado con Michelle Renaud y Pablo Lyle. En mayo pasado llegó a su fin Corazón que miente, con Thelma Madrigal y Lyle como protagónicos.

En la grabación de las escenas finales, Thelma habló de estos cambios de protagonistas.

“Todo evoluciona y Mapat siempre está en busca de nuevos talentos, nos da oportunidad a nosotros, a los que estamos ahí picando piedra. Estoy súper agradecida”, dijo.

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