Canalizan sus demonios

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Vancouver. Lo extraordinario de la serie Supernatural no está en los entes demoniacos y fantasmas que deben combatir los protagonistas Dean y Sam Winchester, sino en la capacidad que han tenido los creadores y actores para adaptarse a los tiempos durante más de una década.

Sus fans ya pueden presumir ser de los más fieles de la televisión y para sus protagonistas esta comunidad se debe a que, detrás de toda historia sobrenatural, hay un paralelismo con emociones profundas.

El propio Jared Padalecki, quien interpreta a Sam Winchester, reconoce que ha vivido sus propias batallas en la vida real, canalizadas en cientos de entes que han combatido en esta historia los dos hermanos a bordo de su Chevy Impala negro del 67.

“Como Jared he tenido problemas normales, de depresión, y me ha parecido increíble toda la vulnerabilidad de la que es capaz de mostrar mi personaje. Entiendo eso, porque me he sentido vulnerable, en el lado oscuro, y mucha gente lo siente, se preocupa por la historia, por Sam y por Jared”.

“Manejar vulnerabilidades no es fácil, esta serie no es sobre si alguien es rico y tiene cierta ropa, es sobre problemas y sacrificios, sobre que no siempre se está en un buen escenario, que las situaciones apestan pero debes de luchar”, añade Padalecki.

Su compañero a bordo, Jensen Ackles, coincide en la fórmula que ha hecho de esta serie —cuya temporada 11 inició ayer en latinoamérica por Warner Channel— una de las más longevas de la televisión actual: “Es una fórmula sencilla: dos héroes poco probables que no sólo están dando una buena pelea, sino que luchan el uno por el otro”, explica el actor.

“Tres generaciones nos ven, y esa es otra de las razones del éxito, porque vamos a una edad específica ni está ubicada en un tiempo determinado”.

Este desafío no será posible sin los fans. Padelecki considera que son ellos los que hacen esta serie una experiencia sobrenatural, pone como ejemplo un día que encontró una cartera en Seattle y al abrirla, para hablarle a su posible dueña, había una foto suya entre los documentos.

“Creí que era una broma de Ashton Kutcher, creo que mi esposa hasta gritó. Era sobrenatural. La gente nos vio y pensó que estábamos locos. Fue chistoso porque fue una experiencia aleatoria, fue en Seattle, no había unaa convención ni nada por el estilo”.

Los protagonistas no tienen claro cuándo podría terminar la serie, ni parece importarles pues están cómodos con la idea de seguir generando historias y que éstas entretengan a miles de pesonas al rededor del mundo.

“Los fans aman el género, el humor, todo lo que hemos concebido. Es una relación estrecha que todas las series tienen, pero ahora más Supernatural, porque está en la categoría de programas longevos como como Friends, E.R., CSI o La ley y el orden. Como en esos casos, los fans empezaron a difundir lo que estábamos haciendo y como una bola de nieve se ha quedado en el gusto del público”, considera Jared.

Aunque algunos podrían considerar que hacer el mismo personaje por tantos años puede ser difícil, por el encacillamiento al que puede llegar el actor, Jensen destaca cómo ha crecido con su personaje. “Además, en esta industria es muy raro mantener un trabajo por muchos más de un año, especialmente para un actor”, agradece.