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La puesta en escena Jugadores reúne en un mismo escenario a cuatro actores: Héctor Bonilla, José Alonso, Juan Carlos Colombo y Patricio Castillo, quienes a sus más de 60 años de edad, reconocen que en el escenario derrochan una vitalidad que mucho jóvenes quisieran.

Al llegar al Teatro Royal Pedregal, que iniciará actividades con esta obra el 31 de marzo, lo primero que ve es a José Alonso calentando y estirando su cuerpo, como si lo preparara para correr una maratón... y tal vez así sea después de estar 22 años alejado de las tablas.

“Es como rejuvenecer, me emociona mucho estrenar un teatro, qué padre que se abre otra sala para hacer arte dramático. Esto va a ser para todos los compañeros actores, y qué bueno ser un parteaguas de un teatro nuevo. Asusta un poco pero no paraliza, emociona”, dice Alonso, que en los años 70 fue icono del teatro de protesta.

Este grupo de actores no para de bromear y contar anécdotas, como Juan Carlos Colombo, quien comentó con mucho humor que es la primera vez que inaugura un teatro, pero sí ha cerrado varios, como el Silvia Pinal. “Este puede ser el caso de que inauguremos y clausuremos”, bromeó Bonilla.

Estar en esta obra es una especie de suerte o regalo para los actores, comentan, porque tuvo que llegar el productor Arturo Barba con el libreto de Jugadores, del dramaturgo catalán Pau Miró, para que estos amigos decidieran trabajar juntos dando vida a un profesor de matemáticas, un actor en decadencia, un barbero y un sepulturero. Todos se reúnen para jugar póker y compartir sus desgracias, como el hecho de estar en la ruina e inmersos en una vida gris, hasta que uno de ellos tiene una idea disparatada pero que les inyecta juventud.

“Se necesitaban cuatro personajes de la tercera edad y esta obra los tiene y eso es lo que nos junta. Es muy graciosa la obra pero también patética, creo que mucha gente va a verse retratada, y más de la tercera edad, pero también es una crítica social importante a una civilización bastante decadente”, dice Pepe Alonso.

También el asunto de la brecha generacional es puesta sobre la mesa en este montaje: Juan Carlos Colombo explica que aquí mostrarán cómo a los jóvenes les molesta el arranque de energía y vitalidad que tienen estos viejos, porque les da un panorama del futuro que pueden tener.

“Es un muestreo de un destino, no nos damos cuenta de que vamos a envejecer cuando somos jóvenes, esto es como mostrar el deterioro brutal de la senectud, en lo económico, en lo físico y lo moral”, señala Héctor Bonilla.

Pero fuera de sus personajes, Bonilla, Colombo y Alonso dicen rejuvenecer cada que dan la tercera llamada, sube el telón y salen actuar. “Actuar en inglés se dice to play, es jugar, un actor se inspira sacando a su niño a retozar, esa es la inspiración; entonces al jugar le propones un juego al espectador y si éste lo acepta, te regresa el impacto que le mandaste, es el juego entre los dos, este es el proceso maravilloso cuando logras capturar al público y se integran a este juego. Aquí es donde podemos sacar todo lo que aprendimos, todo eso que fuimos acumulando; sí, aquí en el escenario somos profundamente jóvenes”, expresa Héctor Bonilla.

José Alonso es categórico al decir que el día que deje de sentir esa adrenalina y emoción antes de salir a escena, se retira, porque debe vivirla exactamente igual que el primer día.

“A lo mejor uno controla más pero la sensación es la misma, es una sensación de vida”.

Esos años de experiencia y el camino andado en esta carrera, les ha dado la posibilidad de pisar un escenario juntos sin que los egos salgan a relucir. “Por la misma relación que tenemos jugamos mucho en los ensayos, sin quitar rigor, creo que la capacidad de combinar ambas cosas hace que todo salga lo mejor posible. Es un juego no solemne, en el cual nadie tiene una postura de superioridad”, señala Juan Carlos Colombo.

El actor piensa que Jugadores era la obra ideal para ellos porque no hay un personaje principal, pero todos tienen su momento y su historia, no es un protagónico con un coro que lo acompaña. “Si hubiera un estelar al cual le hiciéramos coro, también lo haríamos con el mismo entusiasmo”, asegura Pepe Alonso.

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