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Es conocido por encarnar a villanos como el general Antonio Garnica de la serie El señor de los cielos, o a Ramiro “Lagarto” Chacón en La patrona, pero ahora Tomás Goros cambiará el ambiente de las balas y la mafia por las lentejuelas, la música y el baile en la puesta en escena La jaula de las locas, donde será presentado esta noche como el nuevo George.

“Hay muchos que no saben que hago teatro musical, entonces es un experimento maravilloso, me encanta que la gente después de haberme visto en las temporadas de El señor de los cielos, me vea en un personaje mucho más ligero, cantando y contando una historia de amor, eso es una gran satisfacción”.

El teatro no es ajeno para Goros, mucho menos el musical, donde ha formado parte de historias como El hombre de la mancha, Evita, A chorus line y José el soñador, por eso este regreso a las tablas es un desafío para este histrión. “Es un reto como actor porque todo mundo me conoce como villano, entonces esta comedia musical es algo que rompe con todo”, dijo.

También es una oportunidad para el actor de volver a compartir escena con Mario Iván Martínez, con quien trabajó en El beso de la Mujer Araña en 1997. Fue precisamente ahí donde Juan Torres lo vio y desde entonces quiso trabajar con él, según comentó Goros, por eso lo tuvo en mente para relevar a Roberto Blandón en el papel de George, un hombre maduro y atractivo, cuya pareja es Zazá (Mario Iván), la estrella del cabaret La Cage aux Folles.

“Abordo el personaje no a partir de su preferencia sexual, sino de quién es y qué siente. La jaula de las locas es una comedia muy divertida que habla de una historia de amor entre hombres, que los une y los lleva a criar un hijo. Para mí es un enorme gusto trabajar con un estupendo actor y cantante con quien tengo una química maravillosa, Mario Iván Martínez”, señaló.

El proceso de preparación para él no ha sido fácil, porque estaba en grabaciones de Paquita la del Barrio y la tercera temporada de Club de cuervos, pero aseguró que la compañía lo ha apoyado, por eso cree que esta actitud les ha generado un gran número de fans que cada semana asisten al Teatro Hidalgo a verlos. Por eso, Tomás Goros tiene otra intención.

“Quiero llevar a la gente que no va al teatro, que no va a musicales porque no le alcanza, porque no le gustan o porque piensan que es algo de mal gusto, los invito que vayan y vean que así como puedo ser el más malo, puedo ser muy amoroso”, indicó.

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