Todo es movimiento en el Nuevo Teatro Silvia Pinal, debido al ir y venir del elenco y la producción del musical Amar y querer, que comienza hoy una breve temporada en el Distirto Federal.

En las butacas de la zona preferente se encuentra José Joel, escritor de esta obra, quien con micrófono en mano da algunas indicaciones a los actores en escena.

“Honestamente no tengo más que agradecimiento al primer elenco que estuvo con nosotros, este segundo es más de teatro, es un elenco más manejable en el sentido de que se mueven más dentro del teatro musical”, dijo el hijo de José Joel.

Su equipo artístico está encabezado por Aranza, Tanya Valenzuela, Donatella Pelayo, Emma Escalante, Daniel Riolobos, Luis René Aguirre, Fernanda Ostos, Edmundo Vidal, Marvin Ortega y su hermana Marysol Sosa, que desde muy temprano han llegado al recinto para ensayar.

José Joel explica que la presencia de su padre, el cantante José José, no fue requerida en los ensayos por dos razones, la primera porque su residencia está en Estados Unidos, y la segunda, su experiencia en escena le permite llegar casi de último momento y recibir sus instrucciones.

“Mi papá, con el colmillo que tiene, agarra su micrófono, se arranca, sube, baja, hace y deshace. Él está en el ensayo de hoy para llegar, checar posiciones, su audio y adelante”.

De todo. Para Sosa, esta obra tiene un significado especial, no sólo por estar su padre y hermana participando, también porque le ha permitido a José José comprender que lo que en verdad ama su hijo es hacer teatro.

“Aquí me ve planchando, de tramoya, jalando cables, gritando y cantando, realmente siento que ahora entiende un poco más a lo que me dedico, el amor que le tengo a esto que es el teatro”, expresó

Pero su inicio como escritor y ahora como director ha sido toda una experiencia de tropezar y rectificar camino, dinámica que, aseguró José Joel, ha sido muy buena para Amar y querer. “En ningún momento me jacto de ser productor, escritor o director; esta obra la escribo con todo mi amor para mi padre.

“La primera entrega contó tanto con la dirección de Rafael Perrín, como las coreografías de Pepe Posada, en este caso sumándome al trabajo de estos caballeros es como meto mi cuchara, para detallar la obra, tal y como la concibo en mi cabeza”.

La complicada escenografía que usó el año pasado en el Teatro Blanquita, y que les causó un poco de problemas, ahora está simplificada con proyecciones y pocos elementos en escena, pensando en la gira que emprenderán.

“Lo que ustedes vieron el año pasado fue prácticamente ensayo general. La obra creció mucho en cuanto proporción. Ahorita la estamos achicando y renovando, procurando que fluya más rápido”, dijo antes regresar corriendo a dirigir el ensayo.

Google News

Noticias según tus intereses