Franco y sin tapujos, el comediante mexicano Polo Polo aseguró no tener envidia del triunfo que otros colegas puedan tener, sobre todo cuando se presentan en un recinto como el Teatro
Blanquita, donde él mismo ofrecerá una temporada los días 5, 6, 7, 12, 13 y 14 de junio.

“Yo no compito con nadie, yo hago mi trabajo, si les sale muy bien, qué bueno, y si me sale a mí, también”, comentó Polo Polo, cuando se le pidió su opinión sobre el éxito que están teniendo Sergio Verduzco Platanito, y Karla Luna La Lavandera, en el mismo recinto en el que él se ha presentado año con año, desde hace un cuarto de siglo.

“Cuando me dicen: ‘oye, que Platanito esto’, qué padre, que le vaya muy bien, que le vaya muy bien a todos. Mientras a mí me vaya bien, no tengo ningún problema, ni con ningún compañero, jamás en la vida, así de fácil”, remató.

Polo Polo aún no piensa en el retiro, sino en seguir haciendo lo que más ama desde hace 40 años: provocar la risa de la gente, materia en la que aún no ha perdido terreno ante las nuevas
generaciones de comediantes por una razón que él considera fundamental: hacer las cosas bien, “con mucho cariño, con muchos hue...”, afirmó.

“Sigo haciendo lo mismo, pero el día que ya no pueda o quiera más, me voy. No hay nada que hacer, el día que se acabó, se acabó”, dijo.

Para quien le gusta del humor pícaro y de doble sentido de Polo Polo, éste ofrecerá un show renovado en el Blanquita, en el cual el espacio para la improvisación es fundamental.

“La cosa que más amo en mi vida es este trabajo que escogí, y es una fortuna  estar en este teatro, siempre que vengo la gente asiste. El público de El Blanquita no se compara con ningún
o tro”, externó Polo Polo, y aclaró que los chistes sobre política estarán fuera de su repertorio.

Agradecido.

El comediante aseguró que en el escenario es igual a como es en la vida real. “No me tomo absolutamente nada en serio, porque las cosas vienen cuando tienen que venir”.

Con esa misma filosofía toma tranquilamente su padecimiento cardiaco, que lo llevó a ser operado para colocarle un marcapasos en 2014. “Fui al médico porque me estaba
doliendo una rodilla, tuve que hacerme un electrocardiograma y se vieron cosas que no estaban tan bien”.

El comediante explicó que la operación a la que se sometió en el Hospital ABC duró hora y media. “Son unos médicos impresionantes, fue un trabajo maravilloso, y desde ese momento
traigo una máquina aquí, que me va a durar, si les vivo, 10 años más. No se siente nada, tengo que agradecerle a la tecnología, se me hace maravilloso”, explicó.

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