Un recital lleno de evocaciones, remembranzas y homenajes fue el que ofreció el cantautor mexicano Óscar Chávez el sábado en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. Con canciones de antaño y nuevas enramó cuidadosamente un concierto que transportó al público asistente a los años en que él era reconocido como El Caifán.

El tono variopinto de la noche incluyó una diversidad de géneros musicales, de tal forma que en la primera parte del concierto dirigido por Jorge García, interpretó una selección de melodías tradicionales como “Gracias a la vida”, “Amargura”, “A pleno llanto”, “No me condenes”, “Caramba”, y el famoso poema de Jaime Sabines “Yo no lo sé de cierto”.

Chávez, quien saltó a la fama nacional por pertenecer a la generación que elevó la voz en la segunda mitad del Siglo XX, contó con la dirección del maestro Héctor Morales en la segunda parte del concierto, donde interpretó piezas de su repertorio ancestral, como “La casita”, “Se vende mi país”, “Hasta siempre” y “La mariguana”, todas ellas de protesta.

Entreverados, los temas que el público siempre le pide y exige: “Macondo”, “Por ti”, y “Hasta siempre”. A sus 82 años, se divirtió al cantar “Macondo”, con la que homenajeó al autor Gabriel García Márquez (1927-2014) y a su libro Cien años de soledad. El tema es del autor peruano Daniel Camino Diez, recientemente fallecido, explicó Oscar Chávez en su oportunidad.

Además de “Macondo”, que apareció en el LP Enjaulado: Óscar Chávez canta América Latina, producción de 1972, también interpretó “Gracias a la vida”, como un homenaje a la mujer hecha leyenda por su poesía, composiciones y voz, la chilena Violeta Parra, de quien este año se cumple un siglo de su natalicio. La gente le aplaudió ambos homenajes.

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