Roqueros, nostálgicos, y sinfónicos

christian.leon@eluniversal.com.mx

En medio de una oleada de reencuentros en los que la nostalgia siempre está por delante, el viernes fue el turno del rock en español.

En esta ocasión de manera sinfónica con un show en el que la estridencia de las guitarras y las voces de iconos del movimiento se mezclaron con instrumentos de vientos y cuerdas para revivir por unos minutos una época.

Rock en tu idioma fue el movimiento que en los 80 englobó a diversos artistas mexicanos e hispanos que proponían una propuesta musical distinta a la que por aquellos años marcaba la radio y la tv.

El Auditorio Nacional vivió la emoción, energía y recuerdos que este concierto despertó en las miles de personas que asistieron para rememorar este movimiento que ahora fue retomado por Sabo Romo, quien en punto de las 21:00 horas comenzó su periplo roquero al que se le unieron fans que recordaron a Caifanes, la banda con la que se dio a conocer hace tres décadas.

“Viento” fue la canción que hizo que los presentes se transportaran a su juventud y, aunque el cabello cano de Romo muestra el paso del tiempo, su música sigue intacta, como si su alma joven se apoderara de su cuerpo.

Conforme el show transcurrió diversas propuestas fueron ocupando el escenario; Bon y Los Enemigos del Silencio, interpretó “Parecemos monitos”, Kazz, de Los Amantes de Lola interpretó “Mamá”.

El grupo Neón también pasó lista en este show gracias a quien fuera su vocalista, Sergio Santacruz, quien ejecutó “No hay nada eterno”. Por su parte Piro, de Ritmo Peligroso inundó el coloso de Reforma con “Déjala tranquila”.

Fobia no podía faltar en este show y Leonardo de Lozanne fue el encargado de revivir su famoso tema “El microbito” con el que muchos cantaron, recordando su adolescencia.

El show no sólo se enfocó en recordar los 80, también se encargó de unir aquella época con la actual y por ello en el concierto estuvo Paco Familiar del grupo DLD, quien interpretó “Kumbala”, uno de os temas más emblemáticos del movimiento que hiciera un éxito La Maldita Vecindad y Los Hijos del Quinto Patio.

Sin duda uno de los momentos más importantes de la noche fue cuando Sabo Romo interpretó “Mátenme porque me muero” junto a la Camerata Metropolitana, a cargo del maestro Felipe Pérez Santiago.

Antes de decir adiós y tras casi dos horas de rock, todos los involucrados en el concierto cantaron en conjunto “Es tan fácil romper un corazón”, tema original de Miguel Mateos, quien no estuvo en el espectáculo.