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Vetamadre pensaba en sus inicios que era más fácil consolidar una carrera siendo similares a grupos de rock como Los Rolling Stones, pero su visión iba más allá a plasmar sus ideales con música más personal.

“Cuando nació la idea de Vetamadre era una mezcla de la música que escuchamos durante toda nuestra adolescencia sin parecernos demasiado a algo. Han sido muchos años de búsqueda sonora y juntar el público”, contó vía telefónica su baterista Federico Colella.

Los argentinos eran conscientes de que crear un estilo, sonido e identidad propios implicaría alejarse por un tiempo de las grandes discográficas y las estaciones de radio para ganar adeptos poco a poco con base en sus esfuerzos.

“Las recompensas son otras. Son carreras largas, tardamos 15 años en que una compañía discográfica nos busque, pero creo que la vida de la banda es el camino que transita, después el éxito puede ser más grande o más chico depende el lugar que ocupes, lo importante es cómo lo atravieses y eso te forma no sólo como músico sino también como persona. Es de lo que nosotros estamos orgullosos, de hacer el arte que hacemos y levantar la bandera de la independencia y no claudicar. Es difícil que un grupo humano le ponga tanto amor, pasión y dinero a un proyecto”, agregó.

El año pasado pisaron México por primera vez tras ser invitados al Vive Latino. Ahora saben que deben mantener la relación con el país y volver cada vez más seguido, así como la pequeña gira que incluye Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y Toluca. Además, traen bajo el brazo el lanzamiento de su disco Igual Distinto, que recopila canciones emblemáticas en sus casi 20 años de trayectoria llevadas a sonidos actuales que las hacen sonar diferentes.

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