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El Zócalo capitalino ha visto presentarse a artistas nacionales e internacionales como Los Tigres del Norte, Justin Bieber o Juan Gabriel, algunos con más aforo que otros.

Ayer, Miguel Bosé hizo una parada en este histórico lugar para presentar ante los capitalinos su gira Estaré, con la que logró reunir a miles de fans de todas las edades, desde personas de la tercera edad hasta jóvenes y niños.

Teniendo en cuenta que antes de Bosé la plancha del Zócalo fue ocupada por Roger Waters, la asistencia para ver al español fue menor.

Desde las 14:00 horas que comenzó el acceso, poca era la gente que se veía desfilar por Madero, 16 de septiembre o 5 de mayo para acudir al encuentro con el intérprete. Eso no impidió que elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México cercaran los alrededores. Diez minutos antes de que comenzara el show, planteado para iniciar a las 19:30 horas, el Zócalo lucía apenas a la mitad.

Una de los presentes fue Josefina Arrendondo, fan de Bosé por más de un cuarto de siglo, quien con una playera, una matraca y un póster del autor de “Amante bandido”, fue la artífice de que a lo lejos se escucharan porras hacia el cantante.

La mujer de 52 años, que asistió junto a su hermana desde Puebla, afirma ser “la novia” de Bosé desde sus veintes, es más, aseguró que su esposo guarda un fuerte parecido con el español. “Cuando conocí a mi marido me casé con él porque se parecía mucho y ¿cómo no querer casarse con Bosé?”

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