Clínica de Periodismo

Morelos.— Un año tuvo que transcurrir para que las Estacas abriera otra vez sus puertas al Carnaval de Bahidorá, en el que jóvenes se dieron cita desde el viernes para respirar las maravillas de la naturaleza, transpirar la aventura y manifestar su amor por la música.

Con percusiones de todos los géneros, miles de personas disfrutaron de los sonidos combinados con espectáculos de luces. Cada uno de los escenarios brilló y vibró al ritmo de las almas que bailaron durante los tres días de carnaval.

Para despedirse, el Bahidorá presentó en sus dos escenarios principales a grupos como Matanza y Macaca, por mencionar algunos. En el otro extremo de la superficie carnavalesca se encontraron los DJ Sotofett y Florentino & Platt, dando final al festival.

La experiencia fomentó, en cada una de sus actividades, el amor a la diversidad, dándole la bienvenida a todo tipo de visitantes y creando a partir del camping un ambiente de compañerismo para hacer más enriquecedora la estancia, además de cultivar el compromiso con el medio ambiente, al usar materiales biodegradables.

Para el desarrollo espiritual, los talleres eran indispensables, pues se realizaron actividades con yoga, masajes naturales, meditaciones y terapias de sonido que ayudaban a la fluidez energética y conexión con uno mismo.

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