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“Televisa no paga pero yo tampoco”, dice entre risas Vicente Fernández sobre su concierto de despedida en el Estadio Azteca el próximo 16 de abril. Emilio Azcárraga le ofreció que la empresa operaría el espectáculo y él, a cambio, no cobrará por su actuación para que sea un regalo al público que lo siguió en 50 años de carrera.

En entrevista con EL UNIVERSAL explicó que su Gira del Adiós ha sido muy interrumpida debido a sus problemas de salud, como el diagnóstico de cáncer en el hígado, una trombosis pulmonar, su hospitalización por una hernia y hasta una operación de meniscos, aunque ahora está mucho mejor de salud.

“Ya estoy listo. Yo cuando tomo una decisión la tomo, así como cuando me fui del cine y nadie lo creía y no volví ni a los estudios. No es que me quiera retirar, es que debo porque lo bonito de un artista es tener el momento de decir: me voy cuando más te duele dejar tu carrera”.

Aseguró que quienes le dan ánimos y vida cada día son las personas que visitan su rancho, pues cada sábado y domingo que abre las puertas de su hogar le expresan palabras de apoyo. “Les enseñamos los caballos, los jardines, la alberca y salgo a retratarme con ellos, hemos recibido hasta mil gentes”, recuerda orgulloso.

Vicente Fernández no se considera a sí mismo como el número uno en el género ranchero, pero se da cuenta del momento actual de la música vernácula donde los exponentes son cada vez menos.

“Yo nunca me he sentido más que nadie, yo salgo a trabajar y entrego el corazón. Fue mi forma de ganarme al público, si les gustaba cómo cantaba, y cantar es mi vida, entonces somos una pareja ideal”.

Sin embargo, reconoce a los nuevos talentos, como su nieta Camila, hija de Alejandro Fernández, quien acaba de lanzarse en una industria tan competitiva como la música.

“Es una carrera muy difícil, pero ella tiene a su padre, es quien dice la última palabra. No me gusta meterme ni con mis hijos a dar opiniones porque son las carreras de ellos. Canta muy bonito como mis otros nietos”.

Este 17 de febrero, el charro de Huentitán celebrará su cumpleaños 76 rodeado de su familia en una tranquilidad que disfruta como nadie.

“Con mi mujer, mis hijos, mis nietos, mis hermanos, mis parientes más queridos nos vamos a un restaurante a comer, salimos y cada quien a su casita. Compréndeme que estar 50 años saliendo de mi casa tres días, llegaba y era descansar. Me gusta estar en mi rancho, para mí las vacaciones que más disfrutaba era cuando llegaba de trabajar”.

Un azteca en el azteca. Aunque en un principio había pensado en el Zócalo de la Ciudad de México para despedirse del público, se dio cuenta de que si caben más de 200 mil personas es porque llegan a las calles aledañas y eso para él “no tiene chiste”, mejor ver en la comodidad de un asiento.

Además, con la visita del Papa este mes quiso esperar un poco. “No me voy a poner a las patadas, como dice el dicho, su santidad es su santidad y no voy a cantar porque todo el mundo lo va a ir a ver”.

El intérprete de “De qué manera de olvido” prevé tener cuatro invitados, pero el único seguro es su hijo Alejandro Fernández, aunque es muy amigo de Julio Iglesias y habló de la cercanía con Shakira y Thalía.

“No quiero hacer duetos con nadie, el más seguro es Alejandro pero él va a cantar una canción y se mete, el que venga será igual; es muy difícil que alguien venga de muy lejos a cantar, aunque me quieran mucho. El escenario es mi despedida y quiero gozar el último día que voy a cantar junto al público”, dijo sobre su show en el que contará con dos mariachis.

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