Pudo ser inolvidable para su público, pero Luis Miguel le regaló una noche de decepción cuando ayer presentó el primero de cuatro conciertos que esperaba ofrecer este fin de semana en el Auditorio Nacional, como parte de su Deja Vu Tour, pero que fue cancelado por él a menos de 20 minutos de haber iniciado.

Primero con palmas y después con chiflidos, el público comenzó a pedir que su ídolo apareciera en escena, ya que el reloj marcaba un retraso de casi 50 minutos.

La presión surtió efecto cuando las luces se apagaron, un telón cayó y las primeras notas de canciones como “No sé tú”, “La incondicional”, “Suave” y finalmente “Qué nivel de mujer” se dejaron escuchar, momento en que un Luis Miguel bronceado, pero con ojeras salió a escena.

Ataviado con un elegante traje negro, perfectamente peinado con el cabello hacia atrás y, si bien su figura ya no es espigada, lucía en buena forma, aunque curiosamente las pantallas laterales del lugar proyectaron siempre imágenes del artista al centro y sin llenar la totalidad de la superficie,  lo que daba la ilusión de alargamiento.

En automático, el público se puso de pie para aplaudir al intérprete y gritar a cada movimiento que hacía sobre el escenario.

Once músicos y una corista lo acompañaron en las canciones “Tú sólo tú”, “Dame”, “Suave”, y “Sol, arena y mar”.

El público corrió hasta el escenario cuando vio que Luis Miguel se acercó a la orilla para estrechar algunas manos, luego regresó a su interpretación de los temas “La última noche” y “Amor, amor”, con las cuales invitó al público a cantar. “¡Vamos México!”, expresó.

Teléfonos y tabletas eran sostenidas en alto para registrar cada momento y gesto de El Sol.

“Que cante, que cante”, gritaban los cerca de 10 mil espectadores cuando las luces se apagaron y los músicos dejaron de tocar.

“¿Así es, hace pausas?”, preguntaba una chica a su acompañante cuando los minutos corrían y nada pasaba, mientras los abucheos y aplausos se volvían  a escuchar.

Sólo habían transcurrido 15 minutos del concierto, cinco después se escuchó un mensaje:

“Por causas de fuerza mayor el concierto no podrá continuar, por cambios de clima y temperatura en los últimos conciertos; en nombre del señor Luis Miguel ofrecemos una disculpa y reprogramaremos la fecha”.

Con enojo y frustración, el público abandonó el recinto.

Sus fans no creían que, pagando su boleto, su ídolo se dejara ver tan poco tiempo en el escenario.

Personal del Auditorio Nacional explicó que fue algo ajeno al recinto y a partir de mañana reembolsará el dinero del boleto a quien lo desee; pasado mañana anunciarán la nueva fecha.

ml

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