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El documental Chavela se estrena este viernes en España tras su exitoso paso por el Festival de Berlín, donde ganó el segundo premio del público.

La Angelina Daresha Kyi, codirectora de la cinta junto a Catherine Gund, presentó a EL UNIVERSAL en Madrid las claves de esta biografía en la que participan figuras como Pedro Almodóvar, Miguel Bosé, José Alfredo Jiménez Jr. y la diseñadora Elena Benarroch.

A partir de un encuentro con Chavela que Gund grabó en 1992, el documental recorre la trayectoria de la cantante mediante entrevistas y fondos documentales. “Queríamos que fuese ella quien se describiese a sí misma, con sus luces y sus sombras: luces muy brillantes y sombras tremendamente oscuras”, explica Kyi.

Para la directora estadounidense, la biografía de Vargas está marcada por su triste infancia en Costa Rica, durante la que fue despreciada por su familia, muy conservadora, al intuir en ella los primeros rasgos de homosexualidad. “Chavela tenía una herida desde la niñez que la acompañó toda la vida. Eso la hacía cambiar de un momento a otro y perder el control, pero la gente siempre la perdonaba por su gran carisma. En un momento sacaba la pistola y al siguiente te besaba. Excepto en el escenario, donde era amor puro, porque vivía para actuar”, dice Kyi.

La soledad, la incomprensión y el difícil equilibrio entre un carácter rebelde y el miedo que Chavela sentía a romper los patrones de la época y quedar en la marginalidad, alimentaron ese personaje complejo. Alicia Elena Pérez Duarte, abogada y pareja de la cantante en una de sus etapas más complicadas, relata en el documental cómo su recuerdo es el de una persona divertida y luminosa que caía en repentinos raptos de violencia.

Una importante proporción de los testimonios del documental inciden en la huella que dejó Chavela sobre las mujeres, en especial las lesbianas, de México por su resistencia contra los prejuicios sociales que condenaban a las mujeres un plano subsidiario del masculino. “Ella era así porque, entre tanto macho, tenía que ser la más macha, la más borracha, la más seductora”, dice Pérez Duarte.

Kyi considera que, sin su exitoso paso por España en los años 90, la cantante nunca hubiera recuperado en México su estatus de estrella, perdido tras una década larga de hundimiento en el alcoholismo. “Chavela ya era alguien olvidado, que actuaba en pequeñas cantinas”, cuenta la directora. “Yo viví una temporada en México, durante mi preparatoria, y entonces no la conocía”, recuerda.

Tras España, el documental recuerda el paso de Chavela por Francia, donde cantó en el Olympia gracias a los esfuerzos de Almodóvar, que la elevó a la categoría de musa. Sólo entonces logró actuar en el Palacio de Bellas Artes de México. Daresha Kyi se alegra de que viviese los últimos años de su vida con la consideración de heroína.

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