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“Tierra a la vista”, dijo Rodrigo de Triana, marinero que acompañaba a en su travesía a Cristobal Colón, el 12 de octubre de 1492.

Quizá estas palabras sólo hayan sido un aderezo que la historia añadió para representar un momento emblemático, cuando el viejo y el nuevo mundo se encontraron. Pero lo que De Triana divisó, sin saber, fue una tierra que sorprendería al orbe por sus tradiciones y sabores, por sus habitantes, que se verían convulsionadas por el choque demundos, pero que a la postre poseen una mezcla interesante de ideologías, pieles y sabores.

En la ciudad de México eso es tangible a simple vista. Basta hacer un recorrido para advertir que nuestra urbe es cada vez más cosmopolita, ya que en ella confluyen personas de distintas nacionalidades; con sus acentos, tradiciones y sabores.

La gastronomía nos dice mucho de eso: cada ingrediente representa esa comunión que nos define.

VIAJA CON EL PALADAR

Argentina. Churrasco, bife y muy buena compañía

Echar la carne al asador es la primera opción en la que la mayoría de la gente piensa cuando organiza una pequeña reunión. No se diga en Argentina. Al puro estilo del país sudamericano, una buena parrilla, buenos ingredientes y los mejores amigos es lo único que se necesita para hacer un ambiente ameno y pasar un excelente día.

Lograr eso es el propósito de La Fonda Argentina, un restaurante que trae toda la cocina tradicional del “país de los seis continentes”, como se le conoce, adaptado al paladar de los mexicanos.

Este restaurante ofrece cortes americanos, que van desde una picaña hasta un rib eye que son cocinados al estilo argentino, a través de una cocción lenta que hace que la carne no se deshidrate, sea jugosa y tenga mucho sabor. Por supuesto también están los cuatro cortes tradicionales de esa nación: churrasco, bife de lomo, bife de chorizo y el asado asador. Una característica de esta cocina es el cuidado de los tiempo de cocción, que se adapta a los gustos de los comensales, que va, desde azul, inglés, rojo, medio rojo, medio al punto, tres cuartos, exacto, bien cocino y completo.

Para completar la experiencia, no podía faltar el vino, este es un factor predominante ya que es el que logra un buen maridaje que complementa la carne. También se puede optar por clericó, una bebida tradicional que te pondrá a tono con el buen momento.

La Fonda Argentina.
Maricopa #48 Col. Nápoles.
5523 9068
twitter.com/fondaargentina

Perú. Deleite quechua, español y morisco

No es ningún secreto que la comida peruana es una de las más ricas del mundo y se debe a su influencia quechua, española, morisca y africana. Es por eso que la responsablidad de Astrid & Gastón es grande, este restaurante inició en en 1994 por Gastón Acurio y su esposa Astrid, cocineros que luego de una larga formación en Europa, decidieron regresar a Perú.

Su octavo restaurante abrió en México en 2008, es un lugar que no toma como referencia el folclore, sino que va mas allá a través de detalles que se mezclan bien con un ambiente de alto nivel. No sólo en sus ornamentos, sino en su comida a cargo de la chef mexicana Yerika Muñoz, chef ejecutiva y gerente general del lugar”.

Fue un gran reto, primero por no ser peruana y aceptar ser la chef ejecutiva de un gran restaurante, y dos también por volver a vivir a mi país, México, después de 9 años”, cuenta la experimentada chef.

El restaurante decidió llevar más allá los sabores del tradicional ceviche al incorporar, ya no el típico pescado, sino camarón y pulpo, acompañados como muchos chiles secos. También hay ensaladas con aderezo y no puede faltar el lomo con arrachera sobre tacu tacu. Son imperdibles las huancainas, anticuchos, tiraditos de salmón y mucho más atún. Todo esto sin apartarse de lo ya conocido, pues la idea es conservar la esencia.

“Hace siete años que abrimos mucha gente desconocía la comida peruana y sentimos que, ahora, ya nos podemos dar el lujo de regresar a esos platillos iniciales y que esta vez la gente se enamorará de ellos. El comensal podrá encontrar un pequeño menú con el concepto de que ‘Vuelve lo Tradicional’”, afirma Muñoz.

De Perú a México
Tennyson 117, Miguel
Hidalgo, Polanco,
5282 2666

Brasil. Caipirinhas, feijoada, Picanha... al ritmo de samba

Desde la entrada al restaurante Brazuca resaltan mesas verdes y muros amarillos, vegetación típica de Brasil junto impecable Cristo de Corcovado, de Río de Janeiro, impreso en la pared. Ahí te recibe Neiva, una mujer brasileña originaria de Puerto Alegre, con una sonrisa dice "Bem-vindo”.

"La especialidad de Brazuca son los cortes de carne asada al carbón en espadas; tenemos 14 tipos de carne diferentes", comenta Antonio de Jesús Torres, churrasquero del lugar.

El tiempo transcurre mientras los efectos de la cachaza (aguardiente brasileña) se apodera de las Caipirinhas de kiwi, fresa y maracuyá que esperan ansiosas en la cantina.

El saxofón de la canción “Girl from Ipanema”, comienza, mientras el olor de la Picanha, Alcatra y Costela (cortes de carne más famosos en Brasil) emanan de la churrasca. "Picanha es un corte de carne muy caro en Brasil, sólo los ricos la comen, aquí en México es casi regalada, deben de consumirla más", dice Neiva.

Lo mejor de los platos fuertes es la feijoada, un platillo meramente carioca que se acompaña de tocino, carne de puerco, frijoles y arroz blanco junto con un chile habanero y perejil.

Brazilian Churrascaría & Bar representa al país sudamericano, a un lado de la cantina hay un berimbau, un instrumento musical típico de Brasil que lo utilizan para crear sonidos mientras se practica Capoehira.

También hay una bandera enmarcada con la firma de varios jugadores del equipo de futbol brasileño, incluído el mismísimo Pelé y un cuadro de Ronaldo.

El hecho de estar en Brazuca te hace sentir en el país de la samba y el futbol; toda esta experiencia en la ciudad de México.

Brazuca
Insurgentes #618,
Colonia Del Valle,
5536 9585
twitter.com/brazucamx

Cuba. Lo dulce de la isla, con un toque casero

En una sala de colores terréanos (café, arena, verde oscuro) se extienden algunos muebles propios de los lugares cercanos al mar. Pareciera que uno está cerca de la costa de La Habana. Y para complementar la fantasía: la comida.

Casa Habana maneja un concepto turístico que funcionó con mucha afectividad en la propia Cuba: presentar la cocina del país con un toque casero para que platillos como los tamales amarillos, croquetas de queso y un flan al estilo cubano puedan llevar al cliente a sentirse cercano a la comida más legítima de la isla. Rodeado de esa ambientación que recuerda a los años 50, un poco antes de la revolución castrista.

En esta cocina la preparación del plátano es uno de los productos que saben más ajenos a la preparación mexicana, ya que da la impresión de ser una comida tropical y cotidiana, pues en Cuba esta fruta es común, junto con otras que han transformado su comida en un deleite para los capitalinos que rara vez pueden observar grandes extensiones de mar. El otro ingrediente son las diferentes preparaciones del pescado, además de variadas transformaciones de platillos que combinan lo salado y lo dulce al mismo tiempo (por la influencia de las frutas en la gastronomía de la isla).

Cosa atípica para México, ya que nuestra comida es más cercana a los sabores salados. La carne de cerdo también es importante dentro de este restaurante, que tiene una preparación llamada “masitas de puerco”, fritas y acompañadas de alguna ensalada, para equilibrar el platillo.

Casa la Habana es acogedora. De manera cultural, apuesta por un entorno casero para la presentación de la comida, despierta una familiaridad que no existe en los restaurantes de aires más sofisticados. Es como si un pequeño fragmento de Cuba presentara sus sabores marinos y creara un centro de vivencias que sólo se podría encontrar en esa peculiar isla, ahora traída al DF a través de la degustación habanera.

Casa Habana.
Mercado Medellín Local 507. (Medellín y Campeche),
Roma Norte. 5574 4811

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