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Es triste, dice Mario Valencia, que el heavy metal mexicano de los años 90 no tenga un registro local y que las bandas de la época no se conocieran entre sí.

“Son dos sorpresas que me fui encontrando”, comenta vía telefónica el director nacional. Valencia no lo dice de manera fortuita.

Desde 2014 arrancó el rodaje del documental Atrapados en el metal, tratando de plasmar el género en imagen desde sus inicios en el mítico festival de rock de Avándaro.

“Fueron años de investigación, de viajar a Guadalajara, Monterrey, Querétaro, buscando.

“Lo más triste fue descubrir que no hubo preservación de la música, se encontró más información en el extranjero, que aquí.

“Eso y la falta de comunicación que había entre las entidades, una banda no sabía que había otras bandas en otros lugares, no se daban cuenta que había una oleada”, explica.

Testimonios de grupos como Luzbel, Transmetal y Driven forman parte de Atrapado en el metal, producción financiada por el mismo Valencia y que se estrenó ayer en una función especial del Circo Volador, en la CDMX.

Por ahora se dedicará a recorrer festivales como el de Cine Independiente en Bogotá, Colombia, a mediados del presente mes.

Y espera respuesta, entre otros, de los certámenes de Guanajuato, Morelia y Docs México.

“El heavy metal siempre me ha apasionado, escucho todo tipo de música, pero éste en cualquier momento lo oigo; fue un documental que terminé haciendo yo solo, es decir, dirigir, producir, editar, fotografiar y pues el presupuesto había que conseguirlo”, apunta el realizador.

Valencia colabora en los festivales de cine Macabro, especializado en horror y Mix.

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