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El joven cineasta Julián Vázquez no ve problema en estrenar este 23 de junio su película Fausto , justo el día en que llega a los cines de la Ciudad de México la multipremiada Las hijas de Abril , de , porque considera que es una buena manera de ofrecerle al público variedad en cine mexicano.

“Creo que es maravilloso que haya más opciones cada día en cine mexicano. Esta semana se juntan dos películas, que además no son típicamente mexicanas, me refiero a que no son comedia, que es el que más acostumbramos en el país, o de narcocultura. Ojalá que la gente que cine mexicano vaya y vea dos películas. El cine mexicano necesita de su gente para poder permanecer en cartelera, entonces es importante que la gente le comience a dar oportunidad a películas nuestras, que traen propuestas distintas y que están intentando abrir un tipo de cine que hoy en México no es tan comercial”, dijo el director y guionista de Fausto sobre la cinta, que inicia con 50 pantallas en la Ciudad de México y zona conurbada.

Fausto

es el segundo film de Julián Vázquez y apuesta por un melodrama en el cual también recurre a la ficción, para contar la historia de Fausto, un exitoso pintor de 64 años, que en la cima de su carrera enfrentará un momento dramático con el suicidio de su amada esposa. Por un suceso inexplicable tiene la posibilidad de viajar al futuro y cambiar la suerte del amor de su vida.

“Esta historia comienza con la muerte de mi padre. Cuando él muere no pasan muchos meses para que me anime a escribir el libreto, con la necesidad de expresarle o decirle algo que al final no pude decirle. Los últimos días de mi padre no tuve oportunidad de tener contacto con él, y la verdad me quedé un poco con las ganas. Es una historia de amor, también una de muerte, de nostalgia, es una historia que finalmente puede llegar a cuestionar nuestro valores, nuestras prioridades y a reflexionar un poco acerca de nuestras decisiones”.

Para los papeles principales el director y productor eligió a Juan Carlos Barreto como Fausto; a Odalys Ramírez como Ana; Rosa María Bianchí que es Ana, ya mayor, y Pablo Astiazarán como Fausto joven, porque más allá de su talento Julián vio a sus personajes encarnados en ellos desde el momento en que escribió el guión.

“Julián tuvo la sensibilidad perfecta para llevarnos de la mano. Tuvimos un montón de talleres antes de la filmación Pablo y yo, justo para lograr la complicidad y ese click con los personajes, fue una experiencia maravillosa porque mi personaje no tiene nada que ver conmigo, Ana era una persona que quería quedar bien con todos y que dejaba en un último lugar lo que ella sentía o prefería, porque se estilaba que los papás decidían que era bueno para los hijos. Fue delicioso hacer un personaje como el de ella”, declaró Odalys.

La también conductora confesó que de tener la misma posibilidad de Fausto, que viaja al pasado y cambia el destino de su amada, ella lo único que buscaría sería estar con sus abuelos, porque todo lo que ha vivido, incluidos los errores, es lo que han forjado lo que el día de hoy es ella.

nrv

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