Este año, la premiación número 88 del  Oscar pasará a la posteridad, quizá no por ser el año en el que Alejandro González Iñárritu haga historia al convertirse en el primer mexicano en ganar por dos años consecutivos la estatuilla a Mejor Dirección.

Tampoco por ser la edición en la que Lubezki se convierta quizás en el primer cinefotógrafo en ganar la estatuilla tres años consecutivos.

Esta gala de los premios de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas será recordada como aquella que logró dividir en grupos raciales a  la comunidad hollywoodense  y estadounidense, en un  año en el que la polémica y discriminación preponderaron.

Lo que originalmente comenzó como una queja de un actor pidiendo mayor inclusión a la  Academia para los actores negros —y que algunos dicen obedece a que no fue nominado  por su actuación en el  drama Concussion—, más tarde se convirtió en una bola de nieve que fue creciendo y a la que se sumaron otras minorías.

A Smith  y su esposa Jada Pinkett se unieron personalidades como Spike Lee, quien incluso llamó a hacer un complot en los premios e instó a sus compañeros a no asistir a la ceremonia, además de crear el hashtag #oscarsowhite.

Al hacer un recuento, la comunidad afroamericana representa 12% de la población, pero hasta este 2016 sólo han sido nominados en 68 ocasiones, habiendo ganado apenas 13 veces, en comparación con  las mil 986 nominaciones de los blancos, quienes representan 95% de los nominados en la historia de los  premios Oscar.

Esta discrepancia trajo consigo que semanas más tarde la actriz Gina Rodríguez encabezara una campaña en pro de los latinos, en donde pide más y mejores trabajos para los latinoamerianos, quienes hoy en día, a pesar de ser 14.5% de la población en aquel país, han estado nominados apenas 24 veces a las categorías principales y sólo en 10 ocasiones se han llevado la estatuilla.

La cifra iguala a la del talento asiático, que aunque es sólo el 4.3% de la población americana ha recibido 23 nominaciones y ocho premios.

A estas minorías se unió otra de forma indirecta; Chiwetel Ejiofor, tras la polémica destada por su grupo étnico, dijo que había otros más vulnerables por la Academia: los gays.

Ejiofor explicó en una entrevista que si bien para los negros era complicado triunfar en la meca del cine, para la comunidad LGBTTT era aún más duro, pues no se les daban protagónicos a los actores abiertamente gays.

El año pasado al ganar su premio a Mejor Actriz por Boyhood, Patricia Arquette apeló por la igualdad  salarial entre hombres y mujeres y se habló por largo tiempo de ellos, pero al parecerr no se ha avanzado mucho, al igual que cuando se habla de mujeres nominadas a Mejor Dirección.

Y es que en los 88 años de los Oscar cuatro veces se nominó a una mujer como esta categoría (Lina Wertmüller, Jane Campion, Sofia Coppola   y   Kathryn Bigelow), siendo la ex esposa de James Cameron la unica que se ha alzado con el premio con The Hurt Locker.

sc

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