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San Miguel de Allende.— Tras la amputación de una de sus piernas a causa de la diabetes, Jaime Garza se mantuvo alejado de los sets a causa de la depresión, pero ha sido el cine, quien lo ha “curado”.

Espera el estreno de La caridad, cinta que protagoniza, bajo la dirección de Mauricio Islas Hernández (Martha), en donde comparte créditos con Verónica Langer.

El proyecto aún no cuenta con fecha de lanzamiento, pero está bajo el sello productor de Itaca Independent, cuyos directivos han estado al frente de películas como Amor de mis amores y No sé si cortarme las venas o dejármelas largas.

Islas Hernández recuerda que fue la hermana de Jaime, la también actriz Ana Silvia, quien les mandó un correo atendiendo un aviso que la producción pegó en el Instituto Nacional de Rehabilitación, buscando no actores.

“Ya había empezado a trabajar con otro actor, cuando nos llegó un correo de su hermana, fuimos a verlo ese mismo día y lo encontré con una barba gigante y no del mejor humor (risas) y le dejé el guión, luego dijo que estaba interesado en hacerlo”, narra el cineasta.

“Fue un proceso muy bonito, en la preproducción, ensayos y rodaje le ayudaron y ahora que le enseñé la película ya está de buen humor y ya tiene su prótesis”, agrega.

Garza fue uno de los galanes televisivos más cotizados en la década de los 80, gracias a telenovelas como Rosa Salvaje, al lado de Verónica Castro y Simplemente María, con Victoria Ruffo.

Durante 2010 Garza sufrió un derrame cerebral del que salió sin secuelas, pero en agosto del año pasado se dio a conocer la amputación de uno de sus miembros inferiores por diabetes.

En La caridad se cuenta la historia de un matrimonio en su sexta década de vida, con la mitad de ella juntos, y tras una fiesta chocan y él pierde su pierna.

“Hay que empezar a reconfigurar su vida, se refugia con su enfermera (Adriana Paz, Rudo y cursi)”.

A pesar de su condición física, Garza jamás se metió con la estructura del guión por medio de recomendaciones o apuntes, destaca el cineasta.

“Es el actor más profesional que he conocido, llegaba con sus diálogos aprendidos; lo que me di cuenta es que cada quien lleva (la amputación) de manera distinta, él llegó a un punto en que hacía bromas y hay ya amistad”, indica.

La caridad espera tener su llegada a la pantalla inicialmente en festivales locales e internacionales.

Islas Hernández ya prepara nuevo proyecto con el título Clases de historia, en donde volvería a trabajar con Langer.

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