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Para Maribel Robles los últimos 18 años han sido una constante prueba, primero por los problemas de salud y legales de su esposo Rogelio Guerra, después por la pérdida de sus padres, el actor Germán Robles en 2015 y hace mes y medio su mamá, la productora Ana María Vázquez; aún así sale fortalecida y tomando las riendas de su vida.

“He aprendido a aprovechar hasta el último momento porque no sabes si es el último y a darle importancia a las cosas que trascienden, que te hacen feliz. Son mil cosas que te pegan hasta que dices, tienes que tener buena actitud para levantarte, arreglarte, sentirte bonita y tener ganas de vivir, sobre todo después de lo que ha pasado a mi alrededor, me le he enfrentado a la vida claramente”.

Después que Rogelio Guerra sufriera un accidente vascular en el cerebro, que lo ha dejado postrado en una silla de ruedas y sin hablar, ella tuvo que tomar una decisión, convertirse en la cabeza de familia. “Yo siempre trabajé con Rogelio como su mánager, pero en sí yo no producía, organizaba y distribuía el dinero pero no lo traía a casa. Sí fue un golpe muy duro, pero tienes que resolver, no hay de otra, sólo echarte para adelante, yo siento que la palabra es reinventarte, olvidar lo anterior, cómo vivías, cómo era tu vida antes y retomar. Esos cuatro meses que él estuvo en La Casa del Actor me ayudaron a organizar mi vida y a mí misma, en el sentido de decir, ¿qué va hacer Maribel ahora con el peso completo?”

Maribel comentó que no sólo se trató de darle una vida digna a su esposo, sino de no olvidarse ella como mujer, porque todavía tiene mucho camino por andar y muchos sueños por rescatar, como el escribir poemas o prosa, que ya lo hace, y producir teatro.

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