Ahora que en nuestro país ha comenzado la fase de reconstrucción tras los terremotos del 7 y 19 de septiembre, y en medio de la exigencia de la sociedad en el sentido de que este proceso por delante se lleve a cabo de manera eficiente, transparente y en estricto apego a la ley, resulta por demás oportuna, para el diseño de una auténtica estrategia de reactivación económica a seguir en las entidades afectadas, la Encuesta sobre las Afectaciones de los Sismos de Septiembre de 2017, realizada por el Inegi.

Según este estudio, nueve de cada diez negocios que tuvieron algún impacto en los sismos de este mes informan que hasta ahora no han recibido apoyos para cubrir los daños. El estudio comprende a los ocho estados más afectados y se trata de una encuesta de opinión, no de una valoración del grado de afectación, es decir no se cuantifican los daños.

Pese a ello, estos datos, que al ser un mapeo del comportamiento de los negocios luego del terremoto ayudan a dimensionar esta otra parte de la emergencia nacional, crucial para la vuelta a la normalidad, revelan que son 328 mil los establecimientos (16.1% de una muestra de 2 millones 41 mil) que tuvieron alguna afectación derivada de los sismos. Del total consultado, cuatro de cada diez (39.3%) suspendieron labores, de los cuales destacan aquellos que lo hicieron un sólo día hábil, con 43.2%; durante dos días, 23.4%; tres días, 10.8% y más de tres días, 22.6%. Además, de los establecimientos ubicados en Chiapas, 20.8% reporta afectaciones por los sismos del 7 y 19 de septiembre; en la Ciudad de México la proporción fue de 16.1%; Guerrero registra 9.4%; Estado de México 13.1%; Morelos 22.5%; Oaxaca, 24.6%; Puebla 16.5%; y Tlaxcala 10.0%.

De las ocho entidades consideradas, Guerrero es la única en que, inexplicablemente, las unidades económicas no han recibido ayuda. No obstante, en el resto de los estados las cifras son cercanas a 100%: en Chiapas 98.6% afirma no contar con apoyos; en el Estado de México, 94.3%; en Puebla, 90%; en Oaxaca, 89.5%; en Tlaxcala, 87.3%; en Morelos, 84.9%; y en Ciudad de México, 81.1%; es decir, prácticamente la totalidad de pequeños negocios en estas entidades también siguen esperando apoyos.

Ante esto, aunque aún es muy pronto para que la totalidad de afectados haya recibido algún apoyo por esta contingencia, y se entiende que durante los primeros días la principal emergencia era salvar la mayor cantidad de vidas posibles y satisfacer las necesidades básicas de los damnificados, a casi dos semanas de la tragedia se vuelve cada día más urgente que desde las instancias de gobierno se incentive, con base en este estudio y los que sean necesarios, la actividad económica en pequeña escala, pues de lo contrario, además de las enormes perdidas materiales, se podría comenzar a perfilar —algo nada deseable— un escenario de parálisis de la actividad económica.

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