Una disputa legal por la invención del canopy entre un empresario canadiense y la Cámara Nacional de Turismo (Canatur) de Costa Rica abre una polémica en el sector turístico especialmente por eventuales cobros a los empresarios centroamericanos.

A finales de mayo, el canadiense Darren Hreniuk anunció que ganó una batalla legal para recuperar la patente en Costa Rica por la invención del canopy, una atracción de aventura que consiste en viajar entre las copas de los árboles a través de un cable.

Canatur ha instado a los empresarios a no pagar ni negociar con el canadiense pago alguno por el uso del sistema de cables y poleas que utilizan miles de turistas en diversos destinos de Costa Rica.

La Cámara presentó el pasado jueves una solicitud al Registro Público para que emita una resolución sobre la vigencia de la patente, pues Canatur interpreta que ésta caducó desde 2010 y que el canadiense no puede cobrar por el uso del canopy.

"No existe ninguna resolución expresa que amplíe el plazo de vigencia de la patente de 12 a 20 años. En todo caso si existiera alguna solicitud al respecto, la patente también se encuentra caduca, ya que, de acuerdo con la Ley de Patentes, el plazo de protección del derecho exclusivo del inventor corre a partir de la solicitud, en este caso, de enero de 1997", dijo en un comunicado la presidenta de Canatur, Isabel Vargas.

Vargas agregó que el canopy nunca debió considerarse como una invención y que las autoridades costarricenses otorgaron "por error" la patente al canadiense.

Los abogados de Hreniuk afirman que una resolución del Tribunal de Casación le devolvió en mayo pasado la patente sobre el "Canopy Tour" y con ello el derecho de explotación de esa actividad que, asegura, fue inventada por él en 1990 en el bosque nuboso de Monteverde, en el occidente de Costa Rica.

En octubre de 1998, el Registro de la Propiedad Industrial le concedió al empresario canadiense la patente de invención del canopy por un plazo, según los abogados, de 20 años.

El Tribunal Contencioso Administrativo le había retirado los derechos sobre la actividad en 2004.

Según Canatur, la Sala de Casación solamente confirmó la nulidad de la sentencia que le quitó la patente al canadiense y solo le da la posibilidad de cobrar daños y perjuicios al Estado, no a los empresarios que utilizan el canopy como parte de sus atractivos turísticos.

Los abogados de Hreniuk insistieron esta semana en un comunicado de prensa que la vigencia de la patente es hasta octubre de 2018. "El inventor hace un llamado a la razón a esos dueños de canopys que se sienten protegidos por Canatur, pero que al final podrían resultar perjudicados por no respetar un fallo judicial firme", advierte el comunicado.

El canopy es una atracción turística presente en decenas de hoteles y locales comerciales en Costa Rica y es muy popular entre los turistas porque permite momentos intensos de emoción y apreciar la naturaleza desde las alturas.

El canadiense también ha solicitado la patente de invención de un canopy de doble cable, lo cual está en estudio del registro de la propiedad industrial, y a lo que se opone Canatur, al considerar que no reúne los requisitos para ser catalogado como un invento.

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