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Dicen que en uno de sus muros, una mujer acusada de brujería dibujó un barco en el cual zarpó y se perdió para siempre. “La Mulata de Córdoba” le llamaban. También se cuenta que “Chucho El Roto”, el ladrón que ayudaba a los pobres, fue preso en una de las celdas, aunque no hay registro de ello. San Juan de Ulúa es el escenario de tales relatos. Aunque muchos son capaces de contarlos casi al pie de la letra, es mínimo lo que saben de esta fortaleza legendaria.

Hace más de 400 años se construyó para defender el puerto de Veracruz. Su fama se debe, en mayor medida, por ser una de las prisiones más espeluznantes de nuestro país.

A continuación, algunas curiosidades sobre él y los datos que debes saber antes de visitarlo.

El recorrido

Lo primero que impresiona al llegar a San Juan de Ulúa, ubicado a 15 minutos en auto desde el zócalo de la ciudad de Veracruz, son sus muros. Basta con mirar un poco su grosor, que puede alcanzar aproximadamente un metro. Cuesta creer que no están hechos en piedra, sino en un tipo de coral. Fueron construidos para no doblegarse ante las balas de un cañón. Si te acercas un poco, aprecias su peculiar materia prima.

Es fácil que el visitante pase un buen rato admirando sus dimensiones, sin percatarse del tiempo, pensando en cómo era la vida al interior de sus muros, cuando fue una cárcel. ¿Cómo pasarían sus días los presos, distribuidos en grupos dentro de las celdas diminutas, afectadas por la humedad y la salinidad?

Las leyendas abundan. Hay un lugar llamado “El puente del último suspiro”. Se decía que cuando un convicto pasaba por ahí, en camino a los calabozos, no regresaba con vida debido a las terribles condiciones.

Explorarlo toma entre una y dos horas. Es posible contratar un guía aquí mismo. Ve prevenido, gran parte del paseo transcurre bajo el sol.

Un poco de historia

No es casual que la estructura sea especialmente imponente: para el momento en que comenzó a edificarse, en 1535, era esencial pasar por este punto para entrar a la Nueva España. Lo más importante era protegerlo de potenciales adversarios.

De hecho, la isla donde se asienta parecía lista para la tempestad. En la época prehispánica fue un santuario para Tezcatlipoca, deidad mexica de la oscuridad.

Creada con la mayor tecnología de su época, en su historia sobrevivió al ataque dirigido por dos piratas llamados John Hawkins y Francis Drake, y a dos invasiones dirigidas por parte de Estados Unidos y Francia.

No todo fue guerra, pues en los siglos XVI y XVII también funcionó para llevarse a cabo un intercambio comercial con Europa. Formalmente, no fue un presidio hasta el siglo XIX.

Para conocer más

En 2012, se montó un museo en San Juan de Ulúa; se aloja en la Casa del Gobernador. Esta residencia fue creada por Venustiano Carranza y temporalmente habitada por él. La planta baja contenía cuatro bóvedas resistentes a las balas.

En este centro cultural existen dos ejes rectores: la historia de la fortaleza y el patrimonio arqueológico de Veracruz.

Su colección incluye 266 piezas correspondientes a varias culturas, entre ellas la olmeca. También posee una muestra de armas utilizadas entre los siglos XVI y XIX.

RECORRIDOS

Turibús hace el traslado hacia San Juan de Ulúa, partiendo del Mercado de Artesanías. En el circuito, conoces algunos edificios del centro histórico. Puedes bajar para explorar la fortaleza y unirte al recorrido de nuevo horas después.
Precio: 45 pesos.

La agencia Mi Escape también organiza excursiones al sitio histórico. Incluye una visita al poblado de La Antigua, a 40 minutos.
Precio: desde mil 828 por persona.

CÓMO LLEGAR
ADO Platino te lleva a Veracruz desde 473 pesos por persona.

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