Para  el turismo fashionista existe una tienda Prada en medio de la nada. Debidamente iluminada de noche, gracias a paneles solares, en su vitrina se ven bolsos y zapatos de la firma.

Nunca abre, nunca nadie ha comprado nada allí. Pero ahí está, en el desierto cercano al pueblo de Marfa, en Texas, a 100 kilómetros de la frontera mexicana. Es una instalación arquitectónica de arte pop realizada por los escandinavos Michael Elmgreen e Ingar Dragset, en 2005, en colaboración con Prada.

Esta obra de arte contemporáneo es una crítica al consumismo. Una foto de Beyoncé saltando fuera de la tienda fue la que la popularizó como destino fashionista, así como una pequeña aparición en la serie Gossip Girl.

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