Abu Dabi pertenece a los Emiratos árabes y es la segunda ciudad más poblada del país. Pese a la mala asociación que tenemos acerca de la cultura árabe en cuanto a conflictos bélicos, código de vestimenta en las mujeres, calor extremo entre otra clase de prohibiciones; la verdad es que se trata de un lugar pacífico y mucho resulta ser también parte de un mito.

Por eso te damos diez razones para visitar la ciudad que se abre paso entre un archipiélago y un desierto delineado por las agua cálidas y turquesas del mar Arábigo.

1. Una ciudad futurista

Hace unos 250 años atrás los habitantes de Abu Dabi eran beduinos dedicados al comercio de perlas. Un buen día del año 1958 descubrieron que estaban parados sobre un colchón de petróleo que los transformó de tribus nómadas en empresarios del mundo.

En la costanera brotaron rascacielos de última generación que se erizan en los contornos de apacibles playas de arenas blancas. La arquitectura combina estilos futuristas -como el del complejo Etihad Towers, que aloja al hotel Jumeirah en una de sus cinco altísimas torres.

El Emirates Palace, un opulento hotel dirigido por el grupo alemán Kempinski suele ser confundido con el palacio presidencial. Mármoles, cúpulas revestidas con pan de oro y más de mil arañas de cristales Swarovski ambientan este lujoso refugio de 850 mil metros cúbicos.

2. Las playas

Las hay públicas y privadas -donde se paga  por el servicio de reposeras, sombrillas y toallas-. Incluso los hoteles de lujo proponen esa opción a quienes no están hospedados. En el centro, la más popular es Corniche. Entre las privadas, las más atractivas se encuentran en las islas Yas y Saadiyat.

En todos los casos, sólo es posible nadar hasta el atardecer. Las turistas pueden usar bikini sin ningún problema y quizás algunos se sorprendan al ver algunas mujeres musulmanas que se zambullen ataviadas con niqab  -velo que descubre únicamente los ojos- y abaya (túnica)-. Otras, prefieren refugiarse en playas exclusivas para mujeres donde no se admiten ni siquiera a los hijos varones mayores de 6 años.

3. Sus aromas y sabores

Abu Dabi tiene aroma a café especiado. Se con un toque de clavo de olor, otro de cardamomo y sin azúcar, porque el rol dulce está reservado para los dátiles. Considerados frutas edulcorantes por su alto contenido de azúcar, son el remate perfecto.

Hay que visitar el mercado de dátiles para probar todas las variedades -aquí se cultivan seis- y los tentadores derivados, como el jarabe (para bañar helados) y los exquisitos Chocodates: dátiles rellenos con almendras y cubiertos con chocolate (blanco, con leche o amargo).

4. Meca cultural

La isla de Saadiyat es el distrito cultural de esta ciudad que se prometió ser un faro para el resto del mundo y una oportunidad para conocer la obra de arquitectos de renombre. No sólo será hogar del Museo Nacional Zayed diseñado por Norman Foster sino también de las flamantes sedes del Guggenheim, a cargo de Frank Gehry, y del Louvre, por Jean Nouvel.

La propuesta se completará con un Centro de Artes Escénicas, con el sello de Zaha Hadid, y un Museo Marítimo por el japonés Tadao Ando. Este ambicioso proyecto ya está en marcha pero aún no en funcionamiento. Por el momento, se recomienda visitar el centro cultural Manarat Al Saadiyat, que aloja muestras permanentes sobre la historia de la isla.

5. Las compras

Esta actividad casi entra en la categoría de deporte nacional: cuando el sol arde, es un entretenido pasatiempo. Los pasillos desbordan de mujeres que cargan paquetes y más paquetes de marcas imposibles como Manolo Blahnik, Chanel.

Hay más de una docena de centros comerciales pero dos obligados: Marina y Yas. El primero, por la cercanía del centro. Yas Mall aloja más de 370 tiendas y es una de las puertas de entrada al parque Ferrari World.

6. La Fórmula 1

Desde que, en 2009, el Gran Premio de Abu Dabi se sumó al Campeonato Mundial de Fórmula 1, el Circuito de Yas Marina es una cita obligada para fanáticos de la velocidad. El plan perfecto es alojarse en el futurista Yas Viceroy Abu Dabi Hotel, construido dentro del circuito mismo por lo que las habitaciones se convierten en palcos. Para vivir en persona la sensación de la velocidad, hay que animarse a Formula Rossa, la montaña rusa más rápida del planeta capaz de alcanzar los 250 km/h en sólo 4,5 segundos. La cita es en Ferrari World.

7. Los hoteles de lujo y la shisha

Es difícil imaginarse una comida sin vino. En los restaurantes, las cartas de bebidas son extensas listas de mocktails -cócteles sin alcohol- e incluyen una selección de tabaco saborizado para fumar con shisha, el caballito de batalla para quienes buscan una velada relajante. Estas son parte del paisaje nocturno de Abu Dabi al recrear un ambiente de aromas frutados y un apacible sonido burbujeante.

Pero no todo está perdido para quienes no estén dispuestos a resignar su copita del día. Los turistas armaron su propio circuito: con ingenio -y presupuesto- convirtieron a los lounges de los hoteles internacionales en refugios de sus costumbres.

8. La Gran Mezquita

La imponente Mezquita Sheikh Zayed se despliega en 12 hectáreas. Su fachada blanca resplandece por obra de los mármoles de Carrara y blanco Sivec que recubren su soberbia estructura de hormigón. Este descomunal templo con 82 cúpulas de estilo marroquí abrió sus puertas en 2007 y su capacidad para recibir unos 41 mil fieles la posicionó en el puesto 15 de los más grandes del mundo.

Desde aquí, el adham (llamada a la oración) se transmite vía satélite hacia el resto de los templos de la ciudad. La principal sala de oración es una oportunidad para caminar sobre la alfombra más grande del planeta, obra de unos mil 200 artesanos.

Conviene visitarla de día, para verla brillar bajo el sol, y de noche, para apreciar la iluminación diseñada por el arquitecto Jonathon Speirs que refleja las fases de la luna sobre la fachada.

9. El desierto

Desde Abu Dabi parten excursiones en 4x4 hacia el mar de arena. Temerarios conductores trepan las dunas a toda velocidad y, en lo alto, las camionetas se transforman en clavadistas mexicanos: se zambullen de frente en el polvo dorado. No es un paseo apto para estómagos sensibles pero sí una experiencia obligada en estas latitudes. El relax llega en un campamento en medio de la nada donde se prueba comida típica bajo las estrellas.

Otra manera de aproximarse al desierto es visitar el Hospital de Halcones, para ver de cerca a estas aves y comprender por qué se las respeta tanto en esta cultura. En tiempos tribales, los beduinos las entrenaban para cazar en el desierto. Hoy viven sueltos en las casas e incluso comen a la par de sus integrantes.  Un halcón te cuesta más de cien mil dólares y los encuentros en centros de protección.  

10. Entretenimiento para los niños

Existe en Abu Dabi una marcada cultura familiar que hace que los más chiquitos sean recibidos con los brazos abiertos. Desde los juegos protegidos del sol en las playas hasta los parques de agua y las jugueterías -que ponen increíbles juguetes a su disposición-, las opciones de entretenimiento son interminables.

Mushrif Park, un espectacular parque que combina un pequeño zoológico, la recreación de un oasis donde los chicos pueden bañarse, una plaza con chorros de agua para que se empapen, juegos musicales y un tren que lo recorre de punta a punta.

Datos útiles

Cómo llegar: Debes tramitar primero una visa de turista en la embajada en México de Emiratos Árabes Unidos que se te otorgará por 30 días, solo puedes renovarla una vez por el mismo tiempo. Hay vuelos de una a dos escalas.

Cómo moverse: los taxis son una manera cómoda y accesible. Alquilar un auto tiene sus contras: las normas de tránsito son muy exigentes y es fácil ser multado. Una pintoresca alternativa es moverse por agua con el servicio de embarcaciones de .

Dónde dormir: lo ideal es alojarse en el centro, cerca de la costa. Una buena opción es alquilar un departamento por Airbnb. Hay opciones en torres con servicios, como es el caso de las Etihad Towers.
Emirates Palace. Imponente hotel 7 estrellas construido sobre la costa y a metros del palacio presidencial. Desde  600 dólares la doble.

Dónde comer: Wafi Gourmet. Nation Towers. Muy buen buffet de cocina libanesa con terraza con vista al mar.
Bill's Farm. Marina Mall Area, Wave Breaker. Carnes asadas en una terraza junto a las marinas del centro. 

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses