1. El más antiguo

, en Nápoles, es el más antiguo en el mundo. Se construyó en 1737 por el arquitecto Giovanni Antonio Mediano y aún continúa presentado funciones. En 1816 se incendió y fue mandado a reconstruir por Fernando I. El teatro tiene algunas variaciones; Antonio Niccolini fue quien le dio un toque neoclásico a la arquitectura.

Fue la expresión europea de la ópera bufa, un subgénero musical con tintes cómicos y que hoy trata de rescatar. Además, es patrimonio de la Humanidad. Tiene un museo con galería virtual, una sala para eventos y una librería. Se dan visitas guiadas. Puedes almorzar o tomar un aperitivo en el Opera Café, un espacio elegante de colaboración entre el teatro y la pastelería Scaturchio.

2. El más grande del mundo

en Polonia tiene dos auditorios y un museo. Se inauguró en 1839 con la ópera “El barbero de Sevilla” de Rossini (misma que se utilizaría para un capítulo de Bugs Bunny). Es de estilo neoclásico y sede de la Ópera Nacional Polaca. En 1919 sufrió un incendio y su reconstrucción tardó 11 años. Fue destruido durante un bombardeo en la Segunda Guerra Mundial y reconstruido por más de 20 años.

Tiene una estrella Michelin, lo que significa que es uno de los mejores sitios turísticos en el mundo. Frente a él encontrarás un monumento a Wojciech Bogusławski considerado padre del teatro polaco. Tiene cuatro bares para degustar un aperitivo o un café antes y después de un espectáculo o durante los intermedios. Es accesible a personas con sillas de ruedas. Visita su página para ver el tour virtual que aunque no sepas polaco lo entenderás muy bien.

3. El que hizo famoso a Shakespeare

es una réplica casi idéntica del original teatro isabelino The Globe, donde el dramaturgo, actor y poeta William Shakespeare presentara sus más conocidas y clásicas obras. Su fama fue tal en el siglo XVI, que la iglesia se quejó de que el teatro tuviera más concurrencia que las misas. Se presentan obras a diario de mayo a octubre y es el primer y único teatro en Inglaterra con un techo de paja. Se encuentra en Londres muy cerca de donde se encontraba el The Globe que fue destruido por un incendio en 1613 y escenario de obras como Hamlet, Otelo y Macbeth.

Pasa una tarde en el Swan, restaurante bar de dos plantas, al interior del teatro, con hermosas vistas al Támesis y la catedral de San Pablo.

4. Escenario sobre un lago

¿Alguna vez imaginaste ver un espectáculo que flota en el agua? es un escenario flotante a orillas del Lago de Constanza ubicado en la ciudad de Bregenz, Austria, que se presenta como parte del Festival Bregenz en verano.

Tiene espacio para siete mil espectadores y las escenografías son un verdadero deleite visual, desde sillas gigantes, una fábrica, un ojo enorme o la estatua de la libertad. Se filmaron algunas escenas para la película de James Bond Quantum of Solace de 2008 y se sabe que Daniel Craig se paseaba entre el público.

5. El Jardín del Edén

Parece que te estás adentrando en un bosque, que el mundo de pronto se vuelve surrealista y te sientes en un lugar mágico. Es la atmósfera que transmite el teatro en Toronto, Canadá. De hecho se trata de dos recintos, uno encima del otro que funcionan independientemente.

Es el único teatro de dos pisos en el mundo. El Winter Garden o Jardín de Invierno tiene paredes pintadas a mano y hojas secas en el techo, mientras que siete pisos arriba se encuentra el Elgin que tiene dibujados querubines, palcos tallados y decoración de oro y mármol. Es una de las sedes del Festival Internacional de Cine de Toronto y fue escenario para la grabación de un concierto de Bryan Adams.

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