1. MAZATLÁN/ SINALOA

Cuándo es: del 23 al 28 de febrero.

Es uno de los más espectaculares. Son cinco días de fiesta en una avenida junto al mar, donde el baile se extiende hasta las cuatro de la mañana. Los carros alegóricos, que alcanzan hasta 12 metros de altura, son el principal atractivo. Desfilan 32 vehículos armados en estructuras de acero y decorados con papel y madera. Cada año se propone un tema. En 2017, el festejo lleva por nombre “Alebrijes y Dragones”. Otro de los eventos a destacar es la Batalla Naval, un espectáculo pirotécnico. Este año se unieron a las actividades musicales Reik y Susana Zabaleta. El formato actual surgió en 1898. Desde 1923 tiene un enfoque cultural: hay reconocimientos de poesía y artes visuales. Pocos días antes del carnaval, se lleva a cabo la Velada de las Artes, en el Teatro Ángela Peralta. En este evento se ofrece un concierto sinfónico y es otorgado el Premio Mazatlán de Literatura.
carnavalmazatlan.net

2. TLAXCALA/ TLAXCALA

Cuándo es: del 23 al 28 de febrero.

Su característica es la diversidad. Siete personajes de orígenes repartidos entre los municipios se reúnen en la capital. Entre ellos los charros, con enormes tocados con plumas de avestruz, y los danzantes de los cuchillos, que hacen sonar las piezas de metal atadas a sus tobillos. Los más representativos son los catrines, vestidos como la gente rica del siglo XIX. A un bailarín se le llama huehue, y cada grupo de danzantes es una camada.

Su historia se remonta al siglo XVIII, pero se popularizó durante el porfiriato. Los desfiles avanzan por la Avenida Juárez y se extienden hacia calles aledañas. En las plazas también se representan bailes de otros municipios. Todos son eventos públicos. El pueblo de San Pablo Apetatitlán, a cinco kilómetros de la ciudad, destaca por su elaboración de máscaras. Talleres como el de don Pedro Reyes te dejan conocer sus procesos.
visitatlaxcala.mx

3. TEPOZTLÁN/ MORELOS

Cuándo es: del 24 al 28 de febrero.

Todo gira en torno a una figura: el chinelo. Al igual que en otros destinos mexicanos, es una sátira de la burguesía española, que para celebrar el carnaval organizaba festejos muy ostentosos donde no estaban invitados los indígenas y mestizos. Destaca por su danza denominada “El brinco del chinelo”, por el movimiento básico que realizan las comparsas al ritmo de bandas de viento.

En todas las regiones del estado, la vestimenta incluye una decoración exagerada, con telas, espejos y cuentas de colores. Los bailarines usan sombreros cónicos y máscaras con un gran mentón, que imita los rasgos europeos. Pero cada zona tiene características únicas. En Tepoztlán, el traje es negro con bordeado de terciopelo blanco. Yautepec, a 30 minutos de Tepoztlán, muestra la versión más colorida: el atuendo lleva tonos chillantes, lentejuelas y representaciones de la cultura mexica; los más vistosos pueden costar hasta 100 mil pesos.

Se cree que los chinelos surgieron en Tlayacapan, pues se encuentran documentados ahí desde 1872. Su nombre podría tener dos significados en náhuatl: “el que se cree mucho, el de la piel roja” y “el que mueve bien los pies y la cadera”. En Tepoztlán su presencia no se limita al carnaval, también se deja ver en otras celebraciones y se ha convertido en símbolo del Pueblo Mágico.

morelostravel.com

4. TENOSIQUE/ TABASCO

Cuándo es: Comenzó el 20 de enero y concluye el 28 de febrero.

Por muchos cronistas, es “el carnaval más raro del mundo”. Se debe a que no solo se enfoca en disfrutar antes del tiempo de introspección de la Cuaresma, sino que sus desfiles son una representación de origen prehispánico de la lucha entre el bien y el mal. La Danza del Pochó es la más representativa. Su personaje famoso es el jaguar, cuyas manchas son pintadas con barro en el cuerpo de las comparsas. Se dedica a hacer travesuras a la gente, a los cojoes y las pochoveras. Estos últimos son interpretados por hombres y mujeres, respectivamente. Ellos deben luchar contra la tentación de seguir al jaguar, y elegir el camino del bien. Los trajes se elaboran con fibras vegetales, hojas de castaña y flores de bugambilia. En el pasado las máscaras de madera eran sobrias, pero actualmente se pintan y pueden decorarse con brillos. Las mujeres usan estampados florales en sus vestidos.

Los festejos se realizan los cuatro fines de semana previos al Miércoles de Ceniza. Desde las 11 de la mañana, el pueblo entero se une, sin importar si llevan disfraz o no. Bailan, se avientan confeti y harina. El carnaval tomó mayor impulso en la década de los treinta.

Tenosique se ubica a dos horas y media de Villahermosa, y es atravesado por el río Usumacinta. Es imperdible probar el queso de poro y el provolone ahumado que se produce aquí.

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