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SANTA MARÍA ATZOMPA

Barro vidriado
El negro y abundante humo saliendo de los talleres forma parte del paisaje cotidiano de este pueblo. Dentro se están cociendo comales, ollas y cazuelas que serán pulidas con herramientas sencillas: trozos de cuero, piedras lisas, cucharas y hasta morralitos de plástico. El trabajo consiste en romper las lozas de barro a palazos hasta obtener una arcilla. Después, los artesanos amazan y dan forma con un torno de pedal. La pieza reposa ocho días bajo los rayos del sol antes de irse al horno. Se les añade greda, una arcilla blanca que toma su color verde al disolverla con agua. Por último, hay que darle su pulida para sacarle el brillo que les da un aspecto metálico.

Las piezas se pueden comprar en el mercado local, hay más de 200 alfareros que ofrecen su arte desde cien hasta miles de pesos.
Para visitar: la zona arqueológica de Atzompa, un asentamiento de la urbe zapoteca de Monte Albán. Hay tres juegos de pelota, una de ellas de 45 metros de longitud que la convierte en la segunda más grande de los Valles Centrales. Cuenta con un museo comunitario.
Distancia desde Oaxaca: 30 minutos

SAN BARTOLO COYOTEPEC

Barro negro
Los habitantes creen que, si las mujeres recolectan el barro, las minas se pondrán celosas y dejarán de generar su materia prima. Por eso, los hombres se encargan de cavar y descender a los pozos de donde extraen el barro que tiene la particularidad de ponerse negro una vez que se cuece. En los talleres se limpia y humedece para darle forma de olla, campana o florero. Al cuarto día de haberla moldeado, se les hace el calado (finos agujeros y líneas), detalle que le da su gran valor. Para darle brillo utilizan cuarzos. Uno de los talleres más famosos para aprender el proceso de elaboración y comprar alguna pieza es el de “Doña Rosa”. Sus hijos se encargan de seguir el legado de la alfarera.
Para visitar: Museo Estatal de Arte Popular Oaxaca. Exhibe todo el trabajo de los artesanos locales, así como otras expresiones artísticas del estado. Durante la Guelaguetza (julio), se realiza la Feria del Barro Negro.
Distancia desde Oaxaca: 30 minutos.

SAN MARTÍN TILCAJETE

Alebrijes
Tallados en la noble madera del copal blanco y rojo, los alebrijes son la interpretación de los sueños de quien los elabora. Todas las casas del pueblo tienen un patio acondicionado como taller. Ahí están sus navajas, cuchillos, lijas y pinturas que le darán forma a estos seres de fantasía. Jesús Hernández (jesushernandezalebrijes.com) invita a los visitantes a decorar una pieza; las hay desde 30 hasta 7 mil pesos. Ellos aprenden a curarla con químicos que la protegerán de parásitos e insectos. Una vez seca, se toman los pinceles para pintarle puntitos, grecas, flores o figuras geométricas. Al final se firma con tu nombre y el del artesano.
Para visitar: la iglesia de San Martín se resguarda la imagen de San Martín de Tours, patrono de los soldados, tejedores y fabricantes de textiles. Emprende una caminata a El Cajete, montículo de piedras que rodea un manantial. En agosto se realiza el Festival del Copal.
Distancia desde Oaxaca: 40 minutos.

SANTO TOMÁS JALIEZA

Telar de cintura
Las mujeres zapotecas entrelazan hilos de algodón que darán forma a chales, bolsas, pulseras e incluso muñecas con símbolos prehispánicos. Los textiles se esconden dentro de las casas, así que los visitantes deben tocar diferentes puertas. Ahí están las mujeres, sentadas en el piso sobre un petate y tejiendo, ayudadas de un poste o un árbol. Concentradas, sin hacer cálculos matemáticos, llevan a cabo el diseño que están imaginando: pájaros, flores y peces que vuelan.
Para visitar: La piedra de la letra, una singular roca con inscripciones talladas de la época de Monte Albán. La leyenda dice que existe un mercado mágico en el inframundo, cuya puerta de entrada es esta piedra.
Distancia desde Oaxaca: 45 minutos.

SAN ANTONIO CASTILLO VELASCO

Bordado
Aquí, las mujeres plasman “la tierra de las flores” en la que, de acuerdo con sus antepasados, se construyó su comunidad. Mariposas, colibríes, claveles, gladiolas, azucenas, aretillos y el "hazme si puedes" (figurillas plisadas) son los principales elementos que bordan a mano y en gancho, sobre blusas y huipiles. Al igual que otras localidades, su arte se exhibe dentro de sus casas.
Para visitar: el templo de San Agustín Obispo, con piezas de arte religioso del siglo XVII.
Distancia desde Oaxaca: 55 minutos.

OCOTLÁN DE MORELOS

Cuchillería
A puro golpe de marro, los habitantes convierten el metal en hojas afiladas templadas a fuego, oficio que aprendieron años atrás de los españoles procedentes de Toledo. Espadas, cuchillos, dagas y sables son decorados con dichos populares. Los mangos se fabrican en cuero, hueso o bronce. Los domingos, en el tianguis, se les puede ver trabajando sin cesar para beneplácito de los visitantes.
Para visitar: el exconvento dominico de Santo Domingo de Guzmán,
Distancia desde Oaxaca: 50 minutos.

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