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Bien lo decía el escritor francés, Gustave Flaubert, “Si mirásemos siempre al cielo, acabaríamos por tener alas”. Alrededor del mundo se reúnen grupos dedicados a observar aves y México se une a esa actividad. Probablemente pienses: ¿qué tiene de divertido acechar pajaritos? Te llevarás una gran sorpresa, sobre todo si lo haces en familia.

No tienes que desplazarte muy lejos. En la zona del Ajusco, en la delegación Tlalpan, al sur del DF, la organización ambiental Pronatura te lleva a un recorrido especial por el Parque Ecológico de la ciudad de México.

En esta Área Natural Protegida (ANP), de 727 hectáreas, puedes observar algunas de las 134 especies, tanto locales como migratorias, que habitan en el parque. De noviembre a diciembre es la mejor temporada.

El punto de partida es el Colegio de México, en el kilómetro 20 de la autopista Picacho-Ajusco. Desde ahí un educador ambiental te guía al Centro de Educación Ambiental Ajusco Medio (CEA), dirigido por Pronatura. Son solo 20 minutos de camino. La reunión es a las ocho de la mañana, cuando hay más oportunidad de ver a los escurridizos alados.

La caminata inicia con el fresco de la mañana y un ambiente que se distingue por un ligero aroma a pino. Cerca del CEA se ven los primeros ejemplares. Los colibríes se acercan, agitando sus alas a gran velocidad, atraídos por las flores. Varias especies llegan desde el norte de América, como el colibrí rufo, que se distingue por las plumas naranja tornasol en su garganta.

En el camino seguramente verás un chipe rojo, que presume su cantar agudo.

Todo el año rondan por la zona el gavilán pajarero, el zafiro oreja blanca, la codorniz de Moctezuma y los carpinteros mexicanos.

En la reserva prevalecen dos ecosistemas: el bosque de pino y encino y el semidesierto. En este último abundan las cactáceas y magueyes y, sobre todo, es el preferido del colibrí lucifer, que migra miles de kilómetros desde las zonas áridas al sur Estados Unidos.

Con los recorridos la organización busca despertar el interés por estos animales y, por supuesto, promover su conservación y protección.

Durante el paseo obtienes en préstamo, una guía de aves y binoculares.

En el camino aprendes las características de cada especie, a qué se debe el color de su plumaje o la forma de su pico, así como su importancia en el ecosistema.

Por momentos olvidas que estás en la ciudad, cuando ves algún tlacuache, ardilla o cacomixtle, mamífero de la familia de los mapaches.

Finalizada la caminata regresas al CEA donde el grupo puede participar en talleres del ciclo del ave migratoria, o de su morfología, en el que se elabora un ave con materiales reciclados, como globos y plumas.

Tarifa sabatina: 49 pesos por persona.

Reservaciones: 5446 6702. www.pronatura.org.mx

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