No es un secreto que México posee un territorio rico en paisajes naturales y diversa fauna.

Los santuarios, llamados así por ser el lugar preferido para algunos animales silvestres, son perfectos para que el hombre perciba las maravillas de la naturaleza. Estos avistamientos logran acercarnos más a la naturaleza, algunos en una temporada específica y otros durante todo el año.

Para los amantes de los animales y de la fotografía acercarse a los santuarios animales es sin duda una oportunidad grandiosa e inolvidable.

Si eres uno de ellos o simplemente quieres ver lo maravilloso que es la naturaleza, te enseñamos los más famosos del país para que pases unos días tan diferentes como agradables y queden registrados en una foto.

Entre los más famosos están:

Los Bosques de mariposas en Michoacán

La reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca, declarado como Patrimonio de la Humanidad en 2008, es uno de los Tesoros de Michoacán más hermosos por su peculiar luz tenue, humedad, viento sosegado en los bosques de abetos y oyameles.

Este santuario es visitado por las peregrinas anaranjadas (Monarcas) que vienen de lejos, y se instalan exhaustas en la Sierra Chincua, El Rosario o Piedra Herrada. Hacen su aparición a finales de octubre las primeras colonias hasta principios de abril donde emprenden el camino de regreso al norte.

Sin duda, es un acontecimiento en el que junto a los rayos del sol recrean un espectáculo para la vista. Para información sobre hospedajes y ofertas gastronómicas cerca de este santuario entra en .

Tortugas en Ixtapilla

Colola e Ixtapilla de Michoacán no sólo son bellas playas para pasar las vacaciones en grandiosos hoteles y comer pescado fresco. También albergan a miles de tortugas –negras y golfinas - que año tras año llegan a ellas para desovar

Al ser el sitio predilecto de las tortugas para depositar sus huevos, hacen que asistir los últimos meses del año sea inigualable por los centenares de crías que nacen y se desplazan al agua.

Pelícanos Blancos en la Isla de Petatán

Se ubica en el Lago de Chapala, al occidente de Michoacán. Las aves llegan cada invierno desde Canadá.

Puntuales a su cita en el Occidente Michoacano, millares de pelícanos blancos llegan cada invierno a las aguas del lago de Chapala, principalmente en la isla de Petatán para pasar ahí la temporada desde mediados de octubre hasta marzo.

La gente de la región los llama “borregones”, pero para la ciencia su nombre es Pelecanos Erytorynchos. Miden alrededor de 50 cm de altura con la envergadura de 70 cm de extremo a extremo de sus alas y un peso aproximado de 8 a 10 kg.

Los primeros registros formales que se tienen del fenomeno migratorio dato que hace apenas 12 años, aunque los pobladores de la rivera refieren que saben del caso desde hace más de 50. Igual de la mariposa monarca, los pelicanos blancos llegan a Michoacán procedentes de Canadá.

Una característica peculiar del espectáculo que ofrecen estas aves es la formación lineal que toman las bandadas en vuelo, especialmente cuando lo hacen en baja altura. La pequeña isla de Petatán es el principal grupo donde se agrupan alrededor de dos mil pelicanos y este sitio se ubica a unos 300 km de Morelia, la capital michoacana, en el municipio denominado Cojumatlán de Régules. Asímismo queda a 140 km de Guadalajara.

Actualmente los pescadores del lago alimentan por cuenta propia a los borregones con las casi cuatro toneladas sobrantes del pescado que filetean diariamente para su comercialización.
Cada atardecer llevan los esqueletos a la orilla de un muelle que contruyeron especialmente para las aves y es entonces cuando de manera respetuosa se interrelacionan con los animales, pues dejan acariciar sin perturbarse.

Para llegar a la isla de Petatán desde las ciudades de Guadalajara, Morelia o México, hay que tomar la super carretera Guadalajara-México y salir por el entronque de La Barca. De ahí seguir la carretera a Sahuayo y de este punto hacia Cojumatlán de Régules.

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