Su majestad dictó sentencia. El novato sensación de los Yankees de Nueva York, Aaron Judge derrotó al dominicano Miguel Sanó en la final del Home Run Derby, que se celebró en Marlins Park.

Fue la noche de Aaron Judge, quien superó incluso las inmensas expectativas para un novato dueño de un poder alucinante.

Judge destronó a Giancarlo Stanton, que se presentó en casa ante 37 mil 27 aficionados, pero no pudo pasar de primera ronda.

El jardinero de los Yankees conectó 11 vuelacercas en la final para superar los 10 que hizo Sanó, tercera base de los Twins de Minnesota.

Judge totalizó 47 jonrones a lo largo del certamen, incluyendo uno de 513 pies por el jardín central.

En semifinales, Sanó eliminó a su compatriota Gary Sánchez, de los Yankees, mientras Judge superó al novato Cody Bellinger, de los Dodgers de Los Ángeles. En la primera ronda, Judge se recuperó de un soberbio inicio de 22 cuadrangulares de Justin Bour, de los Marlins, pegando 23 para conseguir su boleto a la segunda ronda.

A sus 25 años, Judge se presentó como el jugador sensación de la temporada, atrayendo todas las miradas. Y Judge respondió a su primera asignatura en Miami. Si el estadio no fuera techado, pudo haber sacado la pelota a la calle en las prácticas de bateo —uno de sus contactos no salió porque pegó contra el techo retráctil.

En la primera ronda Gary Sánchez castigó a los aficionados locales al eliminar a Stanton. Sánchez pegó 17 cuadrangulares mientras el hombre de casa 16.

Mientras que Sanó sacó 11 pelotas, incluyendo una a 470 pies, para derrotar en primera ronda a Mike Moustakas, quien terminó con 10. El batazo más largo fue de 442 pies por parte del quisqueyano.

Judge es la cara de los Yankees y el futuro del beisbol de MLB.

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