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Los golpes recibidos en la jaula son un reflejo de la lucha constante que viven día a día los peleadores de artes marciales mixtas. Las oportunidades son pocas y los sacrificios muchos.

Algunos tienen como sueño llegar a la UFC, la máxima categoría, donde los ratings son altos y los cheques constantes.

La cultura de la jaula continúa en crecimiento. Jóvenes ven este deporte como una oportunidad para salir adelante. Reciben puñetazos y patadas para ganarse una vida de calidad.

Álvaro Chango Herrera estará presente en la próxima cartelera de UFC en la Ciudad de México, este 5 de agosto, donde intentará demostrar su calidad ante el público tricolor.

“Es mi primera pelea en la capital y me siento emocionado”, expresa el oriundo de Guadalajara.

En entrevista, el tapatío comentó que su preparación física ha sido muy dura y necesitará mucha adaptación para la altura si desea derrotar al estadounidense Jordan Rinaldi. “Ahorita entreno en Guadalajara. Unas semanas antes del combate, continúo mis ejercicios en la Ciudad de México”, dijo el Chango, quien afirma que su paso en UFC hasta el momento es muy positivo, cuenta con un registro de una victoria y una derrota en el máximo circuito y está listo para más desafíos.

“Tengo una mentalidad muy positiva”, asegura Herrera, quien es muy amigo de Federico Betancourt, peleador de Combate Américas, y lo ayuda en sus enfrentamientos.

“Yo creo que muchos desean utilizar esta organización como trampolín”, asegura.

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