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Lejos de los juzgados donde por casi tres años mantuvieron un pleito legal, Rubén “Púas” Olivares y el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), se reencontraron ayer al medio día para dejar atrás demandas y apostar por el futuro del pugilismo mexicano.

En enero de 2013, el “Púas” interpuso una querella en contra del organismo y la Lotería Nacional por uso indebido de su imagen en el boleto conmemorativo del aniversario 50 del CMB que celebró su sorteo un mes antes.

Lo anterior quedó en el olvido para ambas partes. El presidente del Consejo Mundial, Mauricio Sulaimán, nombró a Olivares como uno de sus embajadores.

“Hemos estado en contacto, platicado, no pasa nada; lo bueno es trabajar para el boxeo. Queremos que más jóvenes se metan de lleno al boxeo, pero que se les enseñe bien todo lo que debe tener un peleador: desde cómo pararse hasta la forma en la que tiene que vestirse”, externó Olivares, invicto en sus primeras 62 peleas y que fue campeón mundial gallo y pluma.

Mauricio Sulaimán calificó el regreso del “Púas” al CMB como el del “hijo pródigo desaparecido”.

“Rubén Olivares tomó la estafeta del boxeo mexicano cuando murió Raúl “Ratón” Macías. Es uno de los ex peleadores más reconocidos en
el mundo. Lo que pasó antes ya quedó olvidado”.

Como embajador del Consejo Mundial, el “Púas” tendrá varias encomiendas, como promover la actividad física entre la población.

El carisma de Rubén Olivares será el imán con el que buscará atraer a muchos más aficionados al entorno del pugilismo.

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