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Disputar entre muletas un balón hace que sus vidas se iluminen. Que la tragedia se quede en el pasado al unísono del grito de gol, para revalorarse como seres humanos, así la apuesta de la Asociación Mexicana de Futbol de Amputados (AMFA).

Rumbo a la tercera edición de la Liga Mexicana de Futbol de Amputados, que enfrentará a 12 equipos del país, a partir de este 9 de abril, los organizadores se dicen más que listos para regresar a la acción.

En entrevista exclusiva con EL UNIVERSAL, gestores del torneo aplauden el crecimiento de ésta, pese a la falta de apoyos económicos. “Ninguno [es el apoyo]. Seguimos en charla con patrocinadores, pero los gastos administrativos vienen de nuestra cartera, [en Conade] dicen que la disciplina no es olímpica, que no es interesante, sólo atienden vía correo electrónico”, acusó Jan Gauna, presidente de la AMFA, quien destaca al momento la inclusión de la disciplina al Sector Amateur de la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut).

A la causa se suma Javier Pulido, presidente de la Liga Mexicana de Futbol de Amputados, que ante el rechazo de algunas autoridades deportivas, asegura que por ahora es más fácil conseguir apoyo fuera del país. “Ya tocamos en Conade, pero no nos hicieron caso, hay que jugárnosla e ir cumpliendo los requisitos. Es más fácil llegar a instancias internacionales que a nacionales. Ya que tengamos mayor reconocimiento de la Federacion Mundial de Futbol de Amputados llegaremos a Conade y ver que nos afilien”.

Pero, ¿qué hay de los clubes? No hay paga, cero contratos, sólo el reconocimiento entre compañeros.

“El problema es mantener al equipo, aunque varios de los muchachos trabajan, está la posibilidad de andar boteando en la calle, se requieren gastos porque viajan mucho. Estamos agradecidos porque en Velódromo nos prestan las canchas sin cobrarnos, es una gran ayuda”, dijo Ernesto Lino, técnico de Guerreros Aztecas Futbol Amputados de la Ciudad de México.

Y pese a no contar con un trabajo estable, Lino se dice orgulloso por ser testigo de casos de éxito como el de Karina Ortiz, de 38 años, quien hace ocho meses perdió la pierna derecha en un accidente automovilístico: “no me gustaba el futbol, ahora sí, con temor porque me estoy acostumbrando a las muletas, pero me está gustando. Pero sabes, lo que más duele, y no por la pierna, es que mi mamá falleció en el choque”.

Luis Valdez, de 44 años, es el encargado de cuidar la portería, asegura que el consejo que un día le dio el guardameta del Cruz Azul, Chuy Corona, es su estandarte para superar los límites del día a día.

“Perdí mi brazo [derecho] a los 17 años, trabajaba en una lavandería, una centrifugadora lo deshizo. Se te cierra todo para buscar trabajo”, recuerda. “Hoy trabajo de mesero, me encanta el fut, mi más grande satisfacción fue conocer a Corona, él me dijo ‘échale ganas, no te rindas’”.

Les hará falta una extremidad, pero con la garantía de brindar espectáculo porque patean la esférica con una pierna y con el corazón.

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