El serbio Novak Djokovic entregó su corona de campeón en el Abierto de tenis de Australia ante el número 117 del ranking mundial, el uzbeco Denis Istomin, en una jornada en la que español Rafael Nadal pisó el acelerador hacia la tercera ronda.

Después de cuatro horas y 48 minutos de partido, un marcador de 7-6 (8), 5-7, 2-6, 7-6 (5) y 6-4 sepultó las aspiraciones de Djokovic por estirar su reinado en Australia, donde buscaba convertirse en el primer tenista de la historia en levantar siete títulos.

Istomin, que a sus 30 años sólo había celebrado un triunfo en 33 partidos ante jugadores del top
ten, dejó boquiabiertos a los cerca de 15 mil espectadores que llenaron las gradas de la Rod Laver Arena,
esa cancha que es auténtico “territorio Djokovic”.

El serbio conquistó las seis finales que jugó en Australia y llegaba al duelo de ayer tras haber ganado 39 de los últimos 40 partidos que había jugado en Melbourne Park. Esos datos, más la reciente final de Doha, en la que se impuso a Andy Murray, lo convertían en el gran favorito.

¿Qué le pasó entonces? “Jugó muy defensivo, muy pasivo y no tomó la iniciativa”, analizó en el canal Eurosport el alemán Boris Becker, entrenador de Djokovic hasta el final de la temporada pasada. “Estoy perplejo porque no vi a Novak”.

El serbio abandonó la Rod Laver Arena entre lágrimas tras su derrota más temprana en un grande desde Wimbledon 2008, mientras que Istomin lo hizo minutos después bajo una tremenda ovación.

“Me sorprendí a mí mismo. Lo siento por Novak, pero jugué increíble”, dijo el ganador, que se medirá e en tercera ronda al español Pablo Carreño. “Es una gran victoria, ahora siento que puedo jugar ante estos jugadores al mismo nivel”.

El primer juego fue el preludio perfecto de lo que iba a ser el partido. Quince minutos de game y seis
pelotas de rompimiento para Istomin, que sin embargo no pudo convertir ninguna.

El serbio tuvo dos pelotas para apuntarse el primer parcial en el tie break, pero Istomin las salvó y acabó adelantándose en el marcador tras 85 minutos de set.

No se calmó el número 117 del ranking y el partido siguió la misma línea: cada punto era un winner o un golpe no forzado. La derecha de Istomin era potencia y colocación.

Istomin, que llegó a ser 33 del ranking en 2012 y cuyo único título llegó sobre la hierba de Nottingham en 2015, se rompió una pierna en un accidente de coche en 2011 cuando viajaba a un torneo y estuvo tres meses en el hospital. No tocó una raqueta en dos años y los doctores dudaban de que pudiera volver a competir. Ayer consiguió la victoria más importante de su vida.

Nadal y Serena, sí. El protagonismo del día fue para Istomin y Djokovic, pero la jornada continuó después con la sesión nocturna en la Rod Laver Arena. Ahí brillaron Rafael Nadal y Serena Williams.

El español venció al chipriota Marcos Baghdatis por 6-3, 6-1 y 6-3 en otra demostración de que su derecha está de vuelta y de que luce un estado físico impecable.

Nadal se medirá el sábado a Alexander Zverev, una de las grandes perlas de la nueva generación.

El canadiense Milos Raonic, tercer favorito, derrotó al luxemburgués Gilles Muller por 6-3, 6-4 y 7-6 (4) y chocará en la siguiente ronda con el francés Gilles Simon.

El austriaco Dominic Thiem sufrió más de lo previsto ante el australiano Jordan Thompson, al que venció por 6-2, 6-1, 6-7 (6) y 6-4.

En damas, Serena Williams dio un nuevo paso para recuperar el título que perdió el año pasado en la final al vencer a la checa Lucie Safarova en segunda ronda por 6-3 y 6-4, mientras que Agnieszka Radwanska fuer derrotada.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses