Río de Janeiro.— Amalia Pérez (powerlifting) y Lenia Ruvalcaba se vistieron de dorado en el tercer día de competencias de los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro.

Las mexicanas aumentaron a cuatro la cosecha de oros de nuestro país en tierras brasileñas en una jornada en la que Salvador Hernández logró el bronce en los 100 metros.

Pérez, de 33 años, se impuso en la categoría de menos de 55 kilogramos y además logró un nuevo récord mundial al soportar 130 kilogramos, para dejar atrás a la nigeriana Esther Oyema (127) y a la china Cuijuan Xiao (115).

Antes de viajar a Río, Amalia advirtió que la delegación tricolor de powerlifting era de las favoritas y lo demostró.

La experimentada atleta, quien practica desde 1991 esta disciplina, impuso su fortaleza y técnica para registrar la mejor puntuación en las instalaciones del Ríocentro Pabellón 2, donde se entonó el himno nacional mexicano.

Amalia Pérez, quien inició la competencia con un intento fallido de 120 kg, hizo válida su experiencia y sin preocuparse levantó más que las restantes ocho competidoras.

Con 130 kilogramos, Pérez rompió las marcas, aumentó la cosecha de medallas paralímpicas en su trayectoria y dio muestra de su potencial. Todavía motivada por lo hecho, buscó aumentar el récord mundial y paralímpico con 132 kg, pero vio la luz roja de intento fallido.

La mexicana ganó plata en Sidney 200 y Atenas 2004, mientras que en Beijing 2008 y Londres 2012 se adjudicó el oro.

La segunda presea de oro la ganó la judoca Lenia Ruvalcaba, quien aplicó el ippon para cerrar el combate con técnica ganadora a falta de un minuto con 25 segundos, para apaciguar a la competidora brasileña Alana Martins.

“Que retumbe mi himno nacional, estoy súper contenta, ahora sí estoy satisfecha, es el mejor día para mí, esa medalla era para mí, disfruté todo el proceso”, dijo Lenia.

La judoca, de 30 años de edad, llegó a la final tras vencer con facilidad en cuartos de final a la uzbeka Gulruh Rahimova y llevarse la semifinal ante la venezolana Naomi Soazo.

La atleta mexicana originaria de Guadalajara, Jalisco suma dos preseas paralímpicas en tres justas de verano, luego de que en Beijing lograra plata.

Contento a medias. El multimedallista paralímpico Salvador Hernández consideró que la medalla
de bronce en Río lo tiene contento, pero le faltó cerrar un poco más fuerte para estar en mejor posición en la final de los 100 metros, categoría T52.

“Siento que me faltó cerrar un poco más fuerte, sin embargo, hice todo lo posible en pleno trayecto de la competencia... es como un lapso que se borra, me acuerdo de la salida y cómo llegué, mi idea era superar mi marca y se lograron las cosas”, afirmó el experimentado competidor, que con el bronce sumó su octavo metal en justas de este tipo. Hernández agregó que el registro de 17.69 segundos es bueno porque tenía planeado estar en ese rango para pelear por las medallas.

“La venía buscando, la preparación que tuve fue ardua, fueron muchas horas de entrenamiento, muchos días sin descansar, pero al final es un logro importante”.

El deportista destacó que el apoyo de las autoridades fue fundamental para tener una preparación adecuada y sin tener preocupaciones de otro tipo, “esta medalla r fue gracias a ese apoyo que se nos dio en los campamentos”.

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